El
tratamiento pránico es un método que ha sido desarrollado y puesto a prueba
incontables veces. Es un sistema basado en la cura a base de energía que
utiliza el prana para lograr el equilibrio, la armonía necesaria que modifica
el campo energético del cuerpo. 

La palabra Prana es en sánscrito y significa “energía de vida”. Esta energía invisible es
la que mantiene la vida en nuestro
cuerpo y de ella depende nuestra salud física y mental. En la acupuntura, los
chinos llaman a esta energía el “chi”. En el Viejo Testamento es llamada “Ruah”,
aliento de vida. 

El
tratamiento Pránico es una herramienta que no necesita del contacto físico para
ser efectiva. Está basada en un principio inherente a cualquier ser vivo, la
tendencia a la autocuración, autorreparación de los elementos dañados. 

El tratamiento
físico se apoya en este principio y su función es acelerar el proceso natural,
aumentando el flujo de energía vital en un sector determinado. Concentrar la
energía para que actúe en la zona afectada. 

El
tratamiento pránico influye en la distribución de energía vital para lograr un
estado de salud superior. Se aplica sobre el campo bioelectromagnético llamado
aura, que contiene el molde, la marca única que toda persona posee. 

Este campo
absorbe energía vital para distribuirla en cada uno de nuestros órganos y
glándulas. Las enfermedades primero se manifiestan como una suspensión
del flujo de energía vital antes de mostrarse como síntomas físicos en el
cuerpo. 

El aura humano 

Existen
evidencias científicas que prueban la existencia de energía en el cuerpo y su
relación con la salud y la vitalidad de las personas. Esto ha sido llamado el
cuerpo bioplasmático. “Bio” de su significado “vida” y “plasma”, el cuarto
estado físico que se encuentre entre el líquido y el gaseoso. 

Los experimentos
realizados por Semiyon Kirlian, científico ruso, han demostrado a través de
fotografías la existencia de un campo de energía radial emitida por los cuerpos
de personas animales y plantas. Este campo de energía, o aura, se extiende
desde el cuerpo hasta unos doce centímetros. Estos experimentos han demostrado
que las enfermedades terminales se manifiestan como una pérdida del aura antes
de que cualquier otra prueba médica las diagnostique. 

El
tratamiento pránico ya está siendo aprendido por algunos doctores, enfermeros,
kinesiólogos, acupunturistas, constructores, ingenieros y profesionales de
muchas otras disciplinas. Esto les permite llevar a cabo su trabajo con mayor
eficacia y en el menor tiempo posible.  

En
la palmas de las manos existen centros de energía llamados chakras. Existen
estudiosos de estos puntos que aseguran que con un simple entrenamiento podemos
hacer que nuestras manos sean capaces de detectar campos de energía. 

Sería
posible rastrear en el campo de energía de las personas los bloqueos o puntos
problemáticos y limpiarlos, energizarlos o revitalizarlos con un nuevo prana.
Podrían aprenderse técnicas para detener la pérdida de energía causante de
muchas de las enfermedades. Estos expertos aseguran que la práctica de este
tratamiento también ayuda a quien lo ejerce entrenándolo en la manipulación de
su flujo de energía.

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