Antropología de una vereda nocturna

BOLILLA 1, PUNTO 1 : Pregunta ; ¿HAY VIDA DESPUÉS DE LA UTOPÍA?

EL
EXAMEN DEL ALMA

En respeto
y admiración por  la Licenciada
Guillermina Martín y sus “cómplices”, que respondieron por SI, y son, además,
responsables del Programa de Recuperadores Urbanos del Gobierno de la 
Ciudad Autónoma de BSAS –, es decir, lo mas cercano a 
la dignificación de la vida y suerte de los “cartoneros”, esas 
personas que –  ( como todos nosotros sabemos mirar fastidiados ) 
  en las sombras encontraron
ayuda, hace ya mucho,  en una piba
empleada pública, licenciada en Antropología , y sentimental.
 


ANTROPOLOGIA
DE LA VEREDA NOCTURNA Y PORTEÑA
 

Ingreso a
la Universidad

Con los sueños
esenciales a cuestas.

Los
construyo un poco, de a poco.-

Tuvo dudas,
tuvo energía, tuvo suerte.

En el
camino adquirió esa experiencia

Única que
da la vida

La vida del
estudio y el trabajo

Construyo
algunas ilusiones más

Les hizo un
lugar en sí misma

Y, siguió.

Nunca creyó
ni imagino que esas bolsas negras

Esos
residuos molestos en las veredas y cordones

Serían
parte esencial de su vida

Al menos en
su deformación profesional

Al menos en
esos años, aún una piba

Que ahora
recuerda con esmero

Con
dedicación y asombro.

Desde allí,
supo mejor lo que era no arribar

Nunca o,
demasiado tarde

No llegar a
las esperanzas

La
impotencia de la construcción de utopías

En otros,
en ellos,

En ella
misma

Si era
posible

Ahora
recuerda

Ahora no lo
olvida

Ahora ya es
tarde

Para hacer
mejor las cosas

Se llamaba 
PRU

Como si
fuera un virus en la red

Una especie
de Hoax trivial

Y decisivo

Y allí
comprendió

Allí
aprendió

Se hizo
persona desde el conocer

El dolor
del otro y su ineptitud

De
construir utopías sin culpas

PRU !!!, así
se llamaba

No se
olvida

Tampoco a
ellos

Y cuando
regresa ahora

Como en
esas noches

De hace
muchos años

Esas bolsas
negras la miran

Como en
esos días de entusiasmo

Y, tiene
ganas de saludarlas !!

Como si en
ese gesto

Reconociera
dolores

Reconociera
esperanzas

Se
reconociera ella.

Nunca
olvida

Nunca es ya
indiferente

Y nunca será
como antes

Antes de
irse de esas lejanas aulas

Hacia ese
cercano dolor

Y esas
bolsas la saludan

La
reconocen

Porque
algunas manos dedicadas

Supieron ,
por ella

Tratarlas
como valores

Y entonces,
se siente bien

Apura el
paso

Y sigue
persisten en su alma

Las miradas
y saludos

Que desde
veredas y cordones

Por sobre
su hombro

Le gritan 
su alegría

Y una lágrima
oculta siempre

Rueda por
la vereda

Se arrima a
esa bolsita

Y la besa.

Como en
esos años

Cuando
aprendió…..

A mirar las
veredas

Y.., como
duelen

Como duelen
mucho

Las utopías.


NOCHE
DE PAZ EN BUENOS AIRES
 

Su mujer no
puso la mesa

No se
dijeron nada

Nada se podía
poner en ella

El mantel
solo, solo mostraría aún más lo vacío.

Salió para
traer algo.

Camino
mucho y esperó en esa esquina de Ayacucho y Marcelo T.

Podía
correr rápido, hacia Callao, de contramano, doblar por Rio Bamba

Tenía
zapatillas.

Y tomar el
subte para el lado de Saavedra.

Luego
caminaría.

Compraría
algo en algún kiosco

Y la mesa
podría ponerse.

La gente ya
salía

La Misa del
Gallo.

Las puertas
abiertas le permitieron oír el canto.

“Noche de
Paz”.

“Noche de
Amor”

“Todos
duermen en derredor”.

Venía un
matrimonio.

Eran
mayores

Ella tenia
una cartera

Colorida,
pequeña, desteñida.

“Mientras
los astros esparcen su luz”.

“Brilla
la estrella del niño Jesús”.

Corrió lo
más rápido que pudo.

Le dolió
el tobillo

Mucho.

Demasiado.

Se cayó,
con fuerza sobre su hombro

Allí lo
agarraron del cuello de la camisa

Que se
desgarró.

Casi en la
esquina de Rio Bamba.

Le pegaron
en el pómulo

“Hay en el mundo alegría”

  
Se lo llevaron a los empujones

“ Porque ha nacido el Señor”

Pensaba en
la mesa tendida.

En el
alivio de su mujer al verla puesta

Solo un
botellón con Tang

De naranja,
le gustaba al pibe y algún fiambre.

“Noche de
Paz”

“Noche de
Amor”

“Todos duermen en
derredor”

 

SOLO
ESO, ESTOY MURIENDO…..

 

Nunca
conocí la libertad

La
prisión era tan enorme

que
sus limites no me lastimaron

Nunca
conocí el amor

Porque
la promesa de su llegada era enorme

y
constante el sudor de mis manos

Nunca
conocí la esperanza

Su
ausencia me fue disimulada

Con
mi entusiasmo

Nunca
me conocí

Los
espejos rotos no me miraban

y
no los buscaba para no confirmarlos

Nunca
pude llegar a saber como soy

Otros
dijeron lo que era

y
construyeron algo sin mí desde mí.

Nunca
lo pude lograr ni saber como hacerlo

Los
llamé con un gesto seco

para 
que amordazaron mis ojos y  mi
boca

Nunca
lo pude saber

Fui
cómplice de mi despojo

Construí
un vacío pesado, soportable y largo

Nunca
supe de otras cosas

Ni
cuando nacieron o murieron

en
silencio o gritando

Nunca
conocí de otros sueños

Porque
el mío no lo fue

Negado
por él mismo me conformó

Nunca
conocí el odio

Mirando
por la mañana

con
rabia al poniente

Nunca
los conocí

Oteando
con ansias

por
la tarde el oriente

Nunca
conocí mas que un dibujo

De
vida futura

Como
el claustro tibio y sellado

Nunca
acabado

De
un momento anterior

Al
llanto del parto

Nunca
supe de quién

Solo
que era de otro ignorado

Golpeado,
desnudo de ilusiones

En
vida callado

En
muerte llamado

Nunca,


Aceptaron
mi silencio

Como
rendición de mis estimas

Rotas
en lagrimas derruidas

Vértebras,
construidas de a una

Permitieron
que persista

Como
asta invencible y gimiente

Aunque
diga y repita:

Nunca
los conocí. 

No
me he rendido.

Solo
estoy muriendo….


POR
AMOR AL ARTE,  LA ESQUIVA FELICIDAD,
SUELE
PASAR POR “ARGENTORES”
                                       
  



Hace muchos años que no sentía lo que sentí , en esa magnifica casa de la
calle French, casi antes de llegar a Callao.
 

Uno
entra a un claro y amplio vestíbulo y percibe rápido que no es un sitio más,
dedicado a la cultura; en realidad tampoco es un sitio. Sus paredes, sus
cuadros, sus jardincitos lo dicen.
 

Es
un sentir , un perdurar cálido y vívido; es una forma de sentir la vida, una
manera de verla transcurrir siendo parte junto a otros. Verla transcurrir en
solo un par de horas; que son las que bastan para sentirse magnifico, en un
segundo piso.
 

Hay
una comunión entre los que van llegando. El amor al arte. Por amor a los que
crean. Y por respeto a los autores de esas creaciones.
 

Los
que arriban comienzan a sentarse en una clara salita, si faltan sillas un
caballero que asombra por su don de gente y su educación se ocupará de que no
sea por muchos minutos. El se ocupa. Y uno lo vuelve a descubrir cuando minutos
antes de cada funcion de los jueves, abriéndose las puertas del ese cálido
microcine, anuncia en la puerta el estreno cinematográfico de la tarde. Y
entonces el jueves dijo:
 

“Hoy,
19 de Julio de 1949, veremos el estreno de una magnífica película argentina :
“ La Doctora Quiere Tangos”, adelante amigos, la función va a comenzar”.
 

Y
todos pujan por entrar, en una larga fila de a dos o de a tres, mientras siguen
llegando soñadores por la escalera y un magnifico ascensor, como ya no se ven.
Y siguen llegando y las luces de la sala nos miran, la pantalla tambien nos mira
y ese hombre, con voz argentina y emocionante nos dice que hasta tanto comience
el nuevo estreno escucharemos a Carlos Gardel cantando “Rubias de Nueva York
“, y la gente murmura, esta contenta, la música contagia y nos informan de la
trama del film, de los nombres de los actores, muchos de ellos ya no están,
pero sus recuerdo esperan en la salita contigua para entrar silenciosamente
cuando las luces se apagan . Para acompañarnos. Y todos se sienten muy bien.
Todos.
 

Y
comienza la función. “Artistas Argentinos Asociados” o “Argentina Sono
Film”, y todos aplauden, y repiten sus palmas cuando los nombres de los
actores se dibujan en la pantalla y ese hombre los repite con su voz argentina y
emocionante. Es jueves. 19 horas. Son los autores argentinos.
 

La
sala esta llena pero siempre queda un lugar y en los rincones están ellos, mirándose
en la blanca tela con el negro y los dibujos de los magníficos iluminadores. Y
seguramente sonríen; como nosotros.
 

Cuando
la función termina y se continúa con los vibrantes aplausos, ese hombre me
recordó al partenaire de Liza Minelli en el film “Cabaret” pero, con una
diferencia. Este hombre es mucho mejor. Porque es un buen hombre, porque ama lo
que hace y te llega y, animado la reunión 
anuncia que el próximo jueves habrá una última función de este año,
“se estrenará un gran film argentino, “ TODO EL AÑO ES NAVIDAD”, el próximo
jueves 18 de Diciembre, aquí, en ARGENTORES ”. Por amor a la vida. Por Amor
al Arte.
 

Y
entonces ocurre algo mágico: Se escucha a Glenn Miller; y un jovencito, que
sigue luchando por la vida y por amor al arte, sube al escenario y baila. Baila
con un hermoso bastón de puño metálico y brillante, como en un show, y todos
aplauden y todos se miran entre sí, y el pibe sigue bailando hasta que la
salita del micro cine queda vacía y los recuerdos de quienes ya no están
tambien comienzan a irse. Hasta el otro jueves. Gran Estreno, a las 19 horas.
 

Y
la gente sale feliz, se dispersa por French, por Callao, por Ayacucho, por allí.
Y todos comprobaron que esa esquiva felicidad paso, hace un rato nomás, por
ARGENTORES, como todos los jueves, donde no te piden nada y uno tiene ganas de
darlo todo, por amor al Arte. Y entonces, con Matilde caminamos hacia casa, nos
sentíamos muy bien, todos se sentían muy bien. Todos van a volver. Por un
motivo:
 

Por
Amor al Arte.

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