Debe saber que es
necesario verificar el fluido de la transmisión automática de su auto
periódicamente, no sólo cuando usted siente que algo anda mal. Es recomendable
hacerlo una vez por mes y cada vez que, al acelerar, la transmisión hace los
cambios de marcha de una forma brusca.
Salga a dar una
vuelta con su auto, asegúrese de que la transmisión recorre todas las marchas.
De esta forma sabrá el líquido ha circulado por todo el sistema de transmisión.
Estacione y deje el motor encendido con la transmisión en posición neutral o
estacionado y, al menos que su manual del vehículo indique lo contrario, deje
el motor encendido mientras realiza la revisión.
Espere que el motor se
caliente, levante la tapa del capó de su auto y busque la varilla indicadora
del fluido de transmisión. En algunos vehículos se encuentra debajo del
auto, en el sector del block de transmisión. Se ve igual que la varilla
del aceite pero algo más corta, algunas veces trae una etiqueta o algo
distintivo.
Tire de la varilla, que
suele ser muy larga, hasta extraerla del todo. Observe
el color del fluido, si es rojo quiere decir que aún está en su etapa de
utilidad, cuando comienza a verse negro quiere decir que es tiempo de cambiar
el filtro y todo el fluido de su transmisión.
Limpie la varilla con un trapo,
vuelva a introducirla hasta el fondo y extráigala nuevamente. Observe la
varilla, encontrará dos marcas indicadoras, una para cuando el motor está frío
y otra para cuando está caliente.
Cuando el líquido llega hasta esa marca
quiere decir que tiene suficiente fluido de transmisión, si no es así, deberé
agregarle un poco.
Existen dos tipos: Dexron o de tipo F. Estos a la vez se
dividen en sintéticos y comunes. Los sintéticos tienen una vida útil mucho
mayor pero también son algo más caros. De todas formas debe leer su manual del
vehículo para sabe cuál es el adecuado para su auto.
Para hacerlo deberá primero
apagar el motor y luego verter el fluido por el pequeño orificio que la varilla
extraída ha dejado libre. Como se dará cuenta es realmente pequeño, de modo que
le recomendamos usar un embudo delgado y de cuello largo.
Debe
verter el
líquido lentamente y por etapas. Al final de cada etapa revise el nivel con la
varilla porque, aunque le cueste creerlo, si pone de más su manual le
recomendará quitarlo (y eso es algo realmente difícil) porque un exceso de fluido
puede provocar una mayor presión que puede dañar partes vitales de la transmisión.
Si por alguna razón se ha excedido deberá buscar una jeringa o uno
de esos gatillos que vienen con algunos productos de limpieza o cualquier cosa
que sirva para succionar líquidos. Deberá adosar un sorbete a esto para poder
llegar al fluido y extraerlo. Una vez que haya terminado, asegúrese de volver a
colocar la varilla en su posición inicial.
En realidad es
difícil que el fluido de la transmisión se evapore o se ponga ¨viejo¨, de modo que si el nivel ha bajado de
forma drástica eso indica que tiene una filtración en algún lugar.
No se permita
circular con filtraciones o niveles bajos de fluido porque esto sólo ocasionará
grandes gastos de dinero en el taller, además de tener el automóvil parado por una
semana.