En algunos
países los reclamos contra la mala praxis médica van en aumento, y las
Asociaciones Médicas Nacionales buscan la manera de superar ese problema. En
otros países, los reclamos por mala praxis médica son poco frecuentes, pero
allí las Asociaciones Médicas Nacionales deberían estar prevenidas contra los
problemas y circunstancias que pudieran producirse, si aumentara la cantidad de
reclamos presentados contra los médicos.
En esta
Proposición, la Asociación Médica Mundial procura informar a las Asociaciones
Médicas Nacionales sobre algunos de los hechos y problemas relacionados con los
reclamos por mala praxis médica.
Las leyes y
los sistemas legales en cada país, así como las tradiciones sociales y las
condiciones económicas, influirán en la aplicabilidad de algunas partes de esta
Proposición para cada Asociación Médica Nacional. Sin embargo, la Asociación
Médica Mundial cree que esta Proposición debería interesar a todas las
Asociaciones Médicas Nacionales.
- Un aumento de reclamos por
mala praxis médica puede derivar en parte, de una o más de las siguientes
circunstancias:
- El aumento de conocimientos
médicos y la mayor disposición de tecnología ha permitido a los médicos
llevar a cabo procedimientos que eran imposibles en el pasado, pero esos
logros implican en muchos casos riesgos de mucha gravedad. La
obligación impuesta a los médicos de limitar los costos de la atención de
la salud. La confusión entre el derecho a recibir atención
médica, que es alcanzable, con el derecho a lograr y mantener la salud,
que no está garantizado. El papel pernicioso desempeñado a
menudo por los medios de comunicación que generan desconfianza con
respecto al médico, cuestionando sus aptitudes, sus conocimientos, su
comportamiento y el manejo de los pacientes, e impulsando a los pacientes
a presentar quejas contra los médicos. Las consecuencias
indirectas de un repunte en la medicina defensiva, generada por un
aumento en la cantidad de reclamos.
- Debe hacerse una distinción
entre la mala praxis médica y un resultado desfavorable que puede ocurrir
en el curso de la atención y del tratamiento médico y que puede no ser la
culpa del profesional.
- La mala praxis médica
implica una falla del profesional en cumplir la norma de atención para el
tratamiento del paciente, o una falta de pericia, o la negligencia al
proveer la atención, y que es una causa directa del daño infligido al
paciente. Un daño que se inflige en el curso del tratamiento,
que no puede ser previsto y que no fue el resultado de una falta de
pericia o conocimiento por parte del médico, es un resultado
desafortunado del cual el médico no debe hacerse cargo.
- Puede fijarse una
compensación a los pacientes que hayan sufrido un daño como resultado del
tratamiento, en la medida en que no lo prohíba la legislación nacional, y
en distintos grados según que haya reclamo por mala praxis, o en los casos
desfavorables que se hayan producido durante la prestación de la ayuda y
el tratamiento médico correspondiente.
- Cuando ocurre un caso
desfavorable, sin error por parte del médico, la sociedad debe determinar
si el paciente tendría que ser compensado por los daños sufridos, y si es
así, debe indicarse la fuente que proveerá los fondos para la
compensación. Las condiciones económicas del país determinarán si esos
fondos de solidaridad están disponibles para compensar al paciente sin
que ese desembolso corra por cuenta del médico. Las leyes
de cada jurisdicción dispondrán los procedimientos necesarios para
decidir la responsabilidad por los reclamos de mala praxis médica y para
determinar el monto de la compensación que se asigne al paciente, en el
caso de que se demuestre la mala praxis.
- Las Asociaciones Médicas
Nacionales deberán considerar todas o algunas de las siguientes
actividades en un esfuerzo para otorgar un trato justo y equitativo tanto
a los médicos como a los pacientes:
- Programas de educación
pública sobre los riesgos inherentes a algunos de los nuevos métodos
modernos de terapia e intervención quirúrgica, y programas de educación
profesional sobre la necesidad de obtener el consentimiento informado del
paciente para aceptar ese tratamiento e intervención quirúrgica. Programas
de apoyo al público, destinados a demostrar los problemas que surgen en
medicina en la prestación de asistencia médica frente a una rigurosa
limitación de gastos. Defensa de los programas generales de la educación
para la salud, tanto en la escuela como en los establecimientos
comunitarios. Mejoramiento del nivel y de la calidad de la educación
médica, teniendo en cuenta las experiencias mejoradas de capacitación
clínica. Desarrollo
y participación en los programas para médicos, diseñados para mejorar la
calidad de la atención y del tratamiento. Desarrollo de las
propuestas adecuadas sobre capacitación terapéutica de los médicos cuyos
conocimientos y habilidades probaron ser deficientes, incluso las
propuestas sobre limitación de la práctica médica hasta que las
deficiencias sean corregidas. Información dada a la población y al
gobierno sobre el peligro de que puedan manifestarse actitudes de
medicina defensiva (multiplicación de las medidas terapéuticas o, por el
contrario, abstención del tratamiento o hasta la renuencia de ciertos
médicos jóvenes en participar en algunas especialidades de alto riesgo).
Información
a la población sobre el hecho de que puede producirse un daño durante el
tratamiento y que éste puede no haber sido previsto y no ser el resultado
de una mala praxis del médico. Apoyo para la protección legal de
los médicos cuyos pacientes han sido dañados por circunstancias
desafortunadas no causadas por ninguna mala praxis. Participación
en la elaboración de leyes y procedimientos aplicables a los reclamos de
mala praxis médica. Desarrollo de una activa oposición a los reclamos
injustificados y a la participación contingente de los abogados. Exploración
de procedimientos modernos para manejar los reclamos por mala praxis
médica, tales como el arbitraje, antes que los procesos judiciales.
Fomento
del seguro personal tomado por los médicos contra los reclamos por mala
praxis, seguro que será pagado por el propio profesional o por el
empleador si aquél está empleado. Participación en la toma de
decisiones sobre la conveniencia de pagar compensaciones a los pacientes
perjudicados en el curso del tratamiento, sin que haya habido mala
praxis.