¿Están sus hijos demasiado ocupados?

Signos de que sus hijos necesitan más tiempo libre...

Los padres

Curiosamente,
el primer síntoma de exceso de ocupaciones de los hijos -y el más notorio para
los padres (algo sumamente lógico)- se da en los propios padres, no en sus
hijos, como seria de esperar.

Este
primer síntoma es, justamente, cuando el propio padre se siente agotado,
ahogado, cansado del ajustado horario que su hijo tiene que seguir. Si el
propio padre, que no es la persona que tiene que realizar todas las
actividades, más allá de que tenga que hacer de chofer y acompañar a su hijo,
siente que ya es demasiado para poder aguantarlo, ¿qué se puede esperar que
sienta su hijo, que esta mucho más presionado?

Este
es un síntoma poderoso de que los chicos no están teniendo suficiente tiempo
libre.

La
verdad es que esto marca que los padres están poniendo demasiada presión, mucho
más de la que deberían, tanto en sus hijos como en si mismos. Porque no
pensemos que el ritmo un tanto acelerado y comprimido en la menor cantidad de
tiempo posible no nos afecta también a nosotros, que debemos seguirlo, aunque
sea más como compañía que otra cosa.

Por eso, si nos sentimos siempre
atrasados, nerviosos, agotados y todo el tiempo irritados, tanto con como sin
motivo, analicemos si es posible que estemos exigiendo demasiado de los tiempos
de nuestros hijos y, por decantación, de los nuestros. Veremos que muchas veces
la respuesta será afirmativa y entonces sabremos a que tipo de problema nos
estamos enfrentando. Esta excesiva presión con la que nos toparemos es el gran
problema a combatir.

Los chicos

Por
otro lado, obviamente, los chicos también presentan síntomas, molestias. Es
más, si no presentasen ninguna, seria lógico pensar que no hay ningún problema
y que podemos seguir haciendo las cosas exactamente como las estábamos haciendo
hasta el momento.

Pero
esto no es así, ya que siempre que hay un problema hay algún tipo de
demostración externa de lo que esta pasando y, con un poco de observación
seremos darnos cuenta que es.

En
el caso que estamos abordando, la excesiva presión y los horarios demasiado
exigentes tienen diversos emergentes en la personalidad.

Lo más
común con lo que nos encontraremos es que una tendencia a perder el tiempo
cuando llega el momento de prepararse para realizar la actividad que sigue en el
horario. Básicamente, es cuando les decimos que se preparen para irse y empiezan
a dar vueltas, a distraerse con la televisión, a olvidarse cosas, a no terminar
más de preparar la mochila.

Este es un
mensaje muy claro, que probablemente sea totalmente inconsciente y el propio
chico no tenga una idea clara de lo que esta haciendo, como lo esta haciendo y
aun menos de los motivos por los que lo esta haciendo. Pero aun así es una
muestra muy clara de que el problema existe.

Otra
muestra clara del exceso de presión es la total pérdida de interés del chico
por la actividad. Aun en cosas que solían amar, es probable que empiecen a
pedir faltar o que cuando llegue la hora de ir digan que tienen algún problema
para no ir, o vayan de absoluto mal humor. Esta es otra señal muy clara.

Y,
por ultimo, la señal más clara es cuando las obligaciones escolares o del hogar
dejan de cumplirse. Si nuestro hijo empieza a volver del colegio con notas
diciendo que no hizo la tarea, o se niega a hacer la cama o ayudar a poner la
mesa, es muy probable que esto se deba a una falta de tiempo libre para hacer
sus cosas y a una búsqueda por restaurar ese desequilibrio.

Básicamente, si no
hay tiempo para todo, algunas cosas deben ser eliminadas y el chico tendera a
eliminar aquellas que lo molesta y que, en cualquier caso, probablemente ya
esta realizando en demasía.

Esta
ultima es, probablemente, la mayor señal y también la más preocupante y la que
más debería forzarnos a actuar.