Aunque se basan en un concepto que podríamos decir es erróneo (la idea de que las únicas calorías que engordan son las calorías de las grasas), las dietas libres de grasas son realmente muy populares.
Es cierto que ya ha pasado su momento de mayor esplendor y que los nuevos conocimientos en las ciencias medicas -que las muestran como mucho menos efectivas y lógicas de lo que se creía- las están dejando cada vez más atrás en la escala de preferencias, pero eso no quiere decir que sean impopulares. Simplemente significa que son menos populares que antes.
Características de las dietas libres de grasas
Son dietas que no permiten el consumo de grasas ya que, cuando aparecieron y tuvieron su momento de gran esplendor, se consideraba que las calorías provenientes de las grasas eran las únicas capaces de hacer engordar al ser humano.
Estas dietas son, por lo tanto, excepcionalmente ricas en carbohidratos y proteínas. Las únicas calorías que se consumen son las que provienen de estas dos fuentes.
Como decíamos antes, pensar que las únicas calorías que engordan son las que provienen de las grasas es un error, ya que se ha probado que esto no es así, sino que las calorías que provienen de los carbohidratos también son engordantes. Es mas, son tan engordantes como las otras.
Aspectos negativos
El principal aspecto negativo de estas dietas es que muchas de las personas que las siguen no pierden peso.
Es más, algunos ganan peso, haciendo que esta dieta pueda llegar a ser mucho peor que la alimentación habitual del paciente.
¿A que se debe esto?
Básicamente al exceso en el consumo de carbohidratos, los cuales engordan tanto, como ya dijimos, como las grasas.
La dieta compensa la falta de calorías de las grasas administrando más calorías de carbohidratos. Y como la mayor parte de la gente come demasiados carbohidratos, todo lo que sobra de las cantidades necesarias se almacena como tejido adiposo.
Con un poco de cuidado, esto se puede evitar, sin embargo.
Aspectos positivos
Estas dietas, en realidad, sólo son positivas para aquellas personas que padecen de alguna situación médica particular, conectada con problemas cardiacos o de colesterol elevado.
Es una dieta más de control que de pérdida de peso, así que si hablamos de perder peso, se puede decir que no tienen ningún aspecto positivo para remarcar especialmente, sino más bien todo lo contrario.
¿Cuanto peso se puede perder?
La cantidad de peso que se puede llegar a perder con estas dietas no es, de ninguna forma, una cantidad importante ni digna de ser tenida en cuenta, especialmente si se considera el riesgo de terminar ganando peso en vez de perderlo.
En definitiva, la verdad es que casi cualquier otra dieta más balanceada es una mejor alternativa que una dieta libre de grasas.
Una dieta que se base en un control de las calorías que se consumen por sobre una eliminación total de un tipo de ellas siempre va a ser preferible.
Si quieres conocer las dietas que realmente funcionan, descarga ahora nuestro libro gratis Adelgacemos con salud-Las dietas que funcionan, haciendo clic aquí.
Aunque se basan en un concepto que podríamos decir es erróneo (la idea de que las únicas calorías que engordan son las calorías de las grasas), las dietas libres de grasas son realmente muy populares.
Es cierto que ya ha pasado su momento de mayor esplendor y que los nuevos conocimientos en las ciencias medicas -que las muestran como mucho menos efectivas y lógicas de lo que se creía- las están dejando cada vez más atrás en la escala de preferencias, pero eso no quiere decir que sean impopulares. Simplemente significa que son menos populares que antes.
Características de las dietas libres de grasas
Son dietas que no permiten el consumo de grasas ya que, cuando aparecieron y tuvieron su momento de gran esplendor, se consideraba que las calorías provenientes de las grasas eran las únicas capaces de hacer engordar al ser humano.
Estas dietas son, por lo tanto, excepcionalmente ricas en carbohidratos y proteínas. Las únicas calorías que se consumen son las que provienen de estas dos fuentes.
Como decíamos antes, pensar que las únicas calorías que engordan son las que provienen de las grasas es un error, ya que se ha probado que esto no es así, sino que las calorías que provienen de los carbohidratos también son engordantes. Es mas, son tan engordantes como las otras.
Aspectos negativos
El principal aspecto negativo de estas dietas es que muchas de las personas que las siguen no pierden peso.
Es más, algunos ganan peso, haciendo que esta dieta pueda llegar a ser mucho peor que la alimentación habitual del paciente.
¿A que se debe esto?
Básicamente al exceso en el consumo de carbohidratos, los cuales engordan tanto, como ya dijimos, como las grasas.
La dieta compensa la falta de calorías de las grasas administrando más calorías de carbohidratos. Y como la mayor parte de la gente come demasiados carbohidratos, todo lo que sobra de las cantidades necesarias se almacena como tejido adiposo.
Con un poco de cuidado, esto se puede evitar, sin embargo.
Aspectos positivos
Estas dietas, en realidad, sólo son positivas para aquellas personas que padecen de alguna situación médica particular, conectada con problemas cardiacos o de colesterol elevado.
Es una dieta más de control que de pérdida de peso, así que si hablamos de perder peso, se puede decir que no tienen ningún aspecto positivo para remarcar especialmente, sino más bien todo lo contrario.
¿Cuanto peso se puede perder?
La cantidad de peso que se puede llegar a perder con estas dietas no es, de ninguna forma, una cantidad importante ni digna de ser tenida en cuenta, especialmente si se considera el riesgo de terminar ganando peso en vez de perderlo.
En definitiva, la verdad es que casi cualquier otra dieta más balanceada es una mejor alternativa que una dieta libre de grasas.
Una dieta que se base en un control de las calorías que se consumen por sobre una eliminación total de un tipo de ellas siempre va a ser preferible.
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