Empecemos
con el siguiente ejemplo:
T,
admitido en los Estados Unidos con visa de no inmigrante, adquiere inversiones
inmobiliarias en los Estados Unidos por U$S 5 millones, pagando un millón al
contado y financiando el resto con un documento de U$S 4 millones.
T muere
antes de comenzar a hacer estos pagos. El resto de los bienes de T consisten en
un activo ubicado fuera de los Estados Unidos por valor de U$S 5 millones. En
la herencia de T hay U$S 10,000 en concepto de gastos de funeral y gastos de
administración del herencia.
A los efectos de los Estados Unidos, la herencia
gravable de T es de casi U$S 3 millones, y la cantidad que resulta de la
aplicación de impuesto a la herencia de los Estados Unidos es de U$S 1.255.350,
un importe mayor a los intereses de T en propiedades en los Estados Unidos.
El
ejemplo ilustra el efecto que el impuesto norteamericano a la herencia puede
tener sobre un extranjero no residente que posee una propiedad en los Estados
Unidos.
Con
los impuestos marginales a la herencia alcanzando un 49% en 2003, el impuesto
norteamericano a la herencia es bastante gravoso.
Conjuntamente con la falta de descuentos y créditos impositivos, sí disponibles
para ciudadanos norteamericanos y extranjeros residentes, el panorama es poco
menos que desastroso.
En el
ejemplo anterior, ni siquiera vender un inmueble estadounidense generará
suficiente efectivo para pagar el importe resultante del impuesto a la herencia
de los Estados Unidos. Tampoco se considera el monto de los impuestos a la
herencia a los que está sujeta esa misma propiedad por el país natal de T.
Ahora
veamos un escenario similar pero más común:
H,
admitido en los Estados Unidos con visa de no inmigrante, adquiere una casa en
los Estados Unidos por U$S 200.000, financiándolo con una hipoteca de U$S
180.000 y U$S 20.000 de anticipo de sus fondos propios.
H muere antes de
comenzar a cancelar la hipoteca. Inmediatamente antes de su muerte, H poseía
una casa en su país natal con un valor de U$S 200.000 (libre de hipoteca
extranjera) que él alquilaba mientras estaba viviendo en los Estados Unidos.
En
la herencia de H hay U$S 10,000 en concepto de gastos de funeral y gastos de
administración de la herencia. A los efectos de los Estados Unidos, la herencia
gravable de H es de U$S 105.000 y el importe que resulta de la imposición de la
tasa de impuestos a la herencia de los Estados Unidos es de U$S 12.300.
Más de
la mitad de los intereses sobre la propiedad están efectivamente perdidos para
pagar impuestos estadounidenses.
Afortunadamente,
en casi todas las instancias el impuesto a la herencia de los Estados Unidos
puede ser eliminado o reducido para los no inmigrantes que posean una propiedad
en los Estados Unidos, mueble o inmueble. Para lograr esto se debe conocer la
ley, para planear cuidadosamente y con anterioridad los pasos a seguir.
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para saber cómo planificar la adquisición de bienes en los Estados Unidos y su
eventual herencia:
–
Diferencias entre residentes y no residentes
– Hipotecas
– Deducciones maritales
– Fideicomisos domésticos
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