¿Libros para chicos o para grandes?

Si te peleas con tus hijos para ver quién lee primero el último libro de Harry Potter, no te preocupes, ¡no eres el único!

La tendencia
está indicando ciertos cambios en los hábitos de lectura de la gente adulta. Si
uno pudiera observar los libros que éstos leen notaría que la mayoría se inclina
por novelas juveniles o directamente para chicos.

Este fenómeno
se dio a partir del éxito comercial de libros como la saga de Harry Potter o las
obras fantásticas de Tolkien como “El Señor de los anillos”. Cada vez son más
los adultos que se apasionan con estos relatos “juveniles”.


Pero ¿por qué ocurre esto?

Quizás las personas mayores busquen en estos libros una vía de escape de la
realidad o también acercarse de algún modo a los intereses de sus hijos. Aunque,
obviamente las campañas publicitarias y la realización de películas sobre estos
libros ayudaron a la venta masiva.


Pero lo raro de este fenómeno
es que no termina en estos dos autores, pues –según los libreros- luego siguen
consultando por otros libros fantásticos o por literatura juvenil, como por
ejemplo Julio Verne. Otros libreros aseguran que las tapas influyen, si son muy
infantiles a los adultos les da vergüenza comprarlos, y se vuelcan más por los
clásicos.



Otros factores

Este fenómeno
también se debe a otros factores, como por ejemplo el poco tiempo que tienen los
adultos para dedicarle a un libro más complejo. Los libros de “adultos” suelen
ser más complicados, en cambio los juveniles son más llevaderos e introducen al
adulto en un mundo fantástico en el cual quisieran vivir, sumado a que los
libros para “chicos” se han vuelto más “maduros”, y tratan problemas de la vida
real.
Además, dan a los padres la ilusión –o la oportunidad- de compartir algo
con sus hijos.