Las dietas que se basan en el grupo sanguíneo
que tiene quien la sigue son el último gran “descubrimiento” para combatir el
exceso de peso. O, por lo menos, así son vendidas.
Pero es necesario
preguntarse qué son y qué tipo de lógica siguen, ya que es probable que nunca
las hayamos oído nombrar, justamente por lo novedosas que son.
Bien, una breve explicación de ellas nos dice que la teoría que se esconde
detrás de estas dietas es la de que si seguimos una dieta que toma en cuenta
nuestro grupo sanguíneo (cero positivo, cero negativo, etc…), mejoraremos
nuestra digestión y perderemos peso, ya que nos alimentaremos de una forma
acorde a los componentes más básicos de nuestro organismo.
Cada grupo sanguíneo tiene una larga lista de alimentos permitidos y de
alimentos prohibidos, muy detallada en toda su extensión. La lista sigue la idea
de que cada grupo sanguíneo tiene su propio marcador antigénico y de que cada
marcador reacciona de una manera particular, tanto negativa como positiva, a
cada tipo de alimento. En realidad, a los componentes químicos que posee cada
alimento que consumimos.
Además, cada individuo tiene diferentes niveles de acidez estomacal y de enzimas
digestivas, dependiendo del grupo sanguíneo, por lo cual también su sistema
digestivo reacciona de diferentes formas. El organismo de un cero positivo no
reacciona ante un trozo de carne de la misma manera que lo hace el organismo de
un A negativo.
En líneas generales, podríamos decir que este tipo de dietas tiene unos cuantos
puntos menores a su favor, como así también unos cuantos puntos menores en su
contra (más allá de los realmente importantes, de los que hablaremos más
adelante).
Puntos a favor
El primer punto favorable
que encontramos en esta dieta (y que no es específico de ella ni mucho menos) es
que nos provee de una larga lista de alimentos permitidos y prohibidos. Esto
puede ser muy beneficioso (y muy de nuestro agrado) si somos de aquella gente a
la que le gusta seguir un plan de alimentación rígido y determinado, que elimine
cierta incertidumbre, y que además nos permita tener la seguridad de que, al
menos, estamos actuando correctamente cuando nos sentamos a comer.
Y esta lista va más allá de simplemente decirnos qué alimentos podemos ingerir y
cuáles no, ya que también nos da un detallado plan que incluye la cantidad de
cada alimento que esta permitido y en qué momento del día deben ser consumidos.
Es una organización total de las comidas, que puede ser un tanto restrictiva,
pero que nos libera de todas las dudas con respecto a cómo seguir nuestra dieta.
Finalmente, lo cierto es que, más allá de los beneficios verdaderos y las falsas
promesas de este tipo de dietas (que ya discutiremos largo y tendido en unas
pocas líneas más) perderemos peso.
¿Por qué? Porque estamos restringiendo severamente lo que comemos. Estaremos
consumiendo menos variedad de alimentos y probablemente una cantidad mucho
menor. Y con esto también reduciremos, por lo tanto, la cantidad de calorías que
introducimos en nuestro organismo. En consecuencia, la perdida de peso es
prácticamente inevitable (tendríamos que seguir muy incorrectamente las listas
de alimentos para no perder al menos un poco de peso).
Puntos en contra
Como dijimos desde el principio (y como ya todos
sabíamos, con solo leer el titulo) esta dieta se basa en el grupo sanguíneo de
quien la sigue, y sobre la base de esto determina la larga lista de alimentos
permitidos y prohibidos. Ahora bien, la mayor parte de nosotros vivimos en el
seno de una familia, no somos seres totalmente individuales que determinan todo.
Pues bien, el problema es que cuando en una misma familia hay varios grupos
sanguíneos distintos, este plan se hace entre difícil e imposible de seguir, por
lo menos no sin llevarnos a un estado de agotamiento mental total, ante el
trabajo de tener que pensar varias comidas distintas cada día, una para cada
miembro de la familia.
Y el otro gran punto negativo a comentar en este momento de la nota es que las
listas de alimentos eliminan grupos completos de los mismos, dependiendo del
plan que sea. Esto puede (y lo hará, con casi seguridad) causar algún tipo de
deficiencia alimentaria, problemas nutricionales o algún problema por el estilo,
por simple falta de equilibrio.
Características
Para empezar, aclaremos que
la duración de estas dietas va de indefinida a eterna. Lo cierto es que no habrá
un motivo para cambiar nuevamente nuestra alimentación, ya que nuestro grupo
sanguíneo nunca cambiará. Es cierto, podríamos dejarla cuando lleguemos al peso
deseado (y es lo que probablemente pasará, con toda lógica) pero lo cierto es
que no hay un motivo externo a nuestra decisión que pueda generar el final de la
dieta. Salvo, por supuesto, alguna cuestión de salud o algo por el estilo.
Otro punto bueno es que, con tan sólo un poco de planeamiento y cuidado a la
hora de elegir, este plan nos permite ir a comer afuera sin demasiados
problemas, ya que es sólo cuestión de seleccionar correctamente los alimentos
que pediremos en el restaurante.
Además, determinados tipos de sangre pueden consumir alcohol y cafeína sin
sentirse demasiado culpables (teniendo en cuenta, eso sí, las calorías que estos
contienen).
Por supuesto, como ya
comentamos, no es demasiado útil como dieta familiar, por tener que tener en
cuenta el grupo sanguíneo de todos en la familia, lo cual dificulta su
realización en forma grupal. Es un detalle que deberíamos tener en cuenta, para
no sorprendernos luego.
Y, finalmente, lo mismo pasa con los vegetarianos, ya que éstos de por si tienen
una lista de alimentos notablemente más limitada que la de la mayor parte de las
personas, con lo cual seguir una nueva lista puede hacérseles bastante
complicado, especialmente las listas de ciertos grupos sanguíneos, que no son
simples de combinar con una vida sin carnes.
Ahora bien, esas son las
bases de la dieta en cuanto a sus características externas, a aquellas que nos
preocupan en cuanto a la realización de la misma. Pero, ¿cuál es la lógica de su
funcionamiento? ¿Tiene sentido? ¿Da realmente resultado? ¿Es la teoría detrás de
su funcionamiento correcta o se basa en hipótesis falsas?
A eso nos dedicaremos en la
siguiente parte de este articulo.
La teoría y la realidad
En su planteamiento original, la teoría detrás
de la dieta del grupo sanguíneo se nos presenta en tres partes. Para su
análisis, mejor ver cada una de estas partes por separado y comprender cuán
acertadas o erradas están como parte del todo.
Lo cierto es que las tres partes presentan
errores graves, tanto a nivel lógico como a nivel científico, con lo cual
podemos, sin un análisis más profundo, asegurar que la teoría detrás de la dieta
del grupo sanguíneo está errada y debe ser considerada incorrecta.
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