El vidrio es
un material muy antiguo (data del siglo IV a. C.). Supuestamente fueron los
fenicios los que lo introdujeron en la vida cotidiana. Los primeros trabajos con
este material se hicieron en Egipto. Se elaboraba con cuarzo molido mezclado con
pequeñas cantidades de cal, natrón o restos de vegetales incinerados. En la
antigüedad los objetos que se fabricaban con polvo de cuarzo y pasta de vidrio y
sílice estaban más asociados a la joyería.
Actualmente
el vidrio se realiza con dos técnicas diferentes: en frío y caliente. Entre las
primeras se destaca el grabado con ácido o arena. Otro proceso en frío es el
grabado a la rueda, en la que se roza la superficie con ruedas de piedras de
diamante.
Con respecto a las técnicas en caliente, la más usual es el soplado. Este
procedimiento data de muchos años y las herramientas que se utilizan son la caña
de hierro hueco y las pinzas de vidriero.
Primero la
caña se introduce en el crisol para tomar el vidrio en el punto de fusión, en
que su consistencia es muy parecida a la de la miel. Luego se gira la bola de
vidrio con un movimiento continuo sobre una piedra para darle la forma inicial.
Recién ahí se
empieza a soplar hasta lograr una burbuja de la cual se parte para elaborar la
pieza deseada. Por último se coloca en un horno especial para moldearla.
Existen
diferentes tipos de técnicas
· el
soplado en molde (el vidrio en punto de fusión se introduce en una horma y se
inicia el soplado para que tome la forma)
· el
fusionado y el reposado (esto se trata de unir vidrios por medio de la
temperatura)
· la
pasta (se utiliza el material molido, se lo mezcla con un líquido, se distribuye
en un molde y se hornea)
· el
vaciado (el vidrio en punto de fusión es vertido en un molde de arcilla
refractaria, arena o hierro fundido)
· el
prensado (el más antiguo de todos)
· el
reposado (se hace con un vidrio laminado expuesto a altas temperaturas y la
fuerza de gravedad, con el fin de que tome la forma del molde sobre el cual
reposa)
· el
vidrio estirado (con un soplete de oxígeno se logra que el vidrio adquiera la
temperatura necesaria para ser estirado, fusionado, moldeado y soplado).
Por su parte,
el coloreado del vidrio se consigue en caliente: con pinturas, esmaltes formados
con polvo de cristal de plomo de color mezclado con agua, goma arábiga o
etilenglicol.
Otra opción
para colorear el vidrio es la grisalla, que consiste en mezclar el polvo de
vidrio con pigmentos derivados de óxidos metálicos, como el hierro o cobalto,
mezclados con agua aglutinante.
Vidrio para
decorar
El vidrio se
transformó en un elemento muy común para decorar los ambientes de una casa.
Existen muchos tipos de opciones como vidrios esmerilados, trabajados, arenados,
coloreados, etc.
También es un
material ecléctico: es ideal tanto para ambientes despojados como con espacios
más “pop”.
Algo muy
tradicional son las mesas con tapas de vidrio. Se puede combinar con madera, PVC
o aluminio.
Otro rubro
destacable es el de las lámparas, desde las famosas arañas hasta cualquier
lámpara de pie o de mesa.
También se lo
asocia a un lugar específico de la casa: la cocina. Vasos, platos, bols, que
pueden variar en forma, color y tamaño. La novedad apunta a la mezcla entre
opacidad y brillo. Por ejemplo: bases de vidrio que incorporan hologramas
satinados, o floreros adornados con uvas brillantes.
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