Preguntas atípicas en las entrevistas laborales

Las empresas están buscando nuevos métodos de entrevistas laborales, o por lo menos descolocar a aquellos que esperan un encuentro tradicional. Prepararse demasiado, a veces puede ser lo peor...

Un problema
que tienen los que buscan trabajo es que todas las entrevistas les parecen
iguales, por eso las empresas tratan de diferenciarse y marcar una diferencia. Y
esta diferencia sólo se puede marcar si se es espontáneo.

 

La
espontaneidad sirve para que el postulante manifieste sus respuestas
cómodamente.

 

Siempre la
entrevista genera un cierto grado de ansiedad en el postulante, por eso lo que
se busca es generar un espacio en el que el intercambio de información permita
además visualizar el desenvolvimiento de la persona en la posición a cubrir.

 

Cuando se
enfrenta una entrevista laboral lo mejor es no concurrir con una respuestas
memorizadas. Las respuestas con “frases hechas” convierten a la entrevista en un
verdadero desastre si las preguntas del entrevistador se orientan hacia una
temática diferente a la que se esperaba, y el postulante tiene poca capacidad de
improvisación.

 

Muchas veces
lo que hacen es preguntar sobre asuntos familiares, gustos personales, opiniones
sobre temas de actualidad, y la propia cuota de creatividad que surja en ese
momento es bien vista por los entrevistadores.

 

Otra
modalidad que es muy común en estos tiempos es la entrevista grupal, donde el
reclutador propone algún juego en equipo para observar cómo se integra cada
candidato y si están dispuestos a trabajar conjuntamente.

 

Lo que
esperan de los candidatos es que “entren” realmente en el juego, contagien
entusiasmo en lo que hacen y hablen de modo inteligente como si ya estuvieran
trabajando en esa empresa.

 

Pero
este proceso de selección también tiene sus desventajas, ya que el postulante
puede llegar a perder el foco de atención, no teniendo en cuenta que el
entrevistador es un decisor en el proceso de selección.

 

Esto
puede ocurrir porque al preguntar sobre sus gustos personales lo que se busca es
una mayor confianza, casi como una charla entre amigos y el entrevistado puede
llegar a soltarse demasiado, y confundirse.

 

Lo que debe
hacer el entrevistador en estos casos es cuidar la forma, o sea el tono de voz y
la actitud corporal, para evitar una sensación de maltrato en los postulantes.

Y los
entrevistados deben manejar la técnica, saber cuáles son las preguntas que le
pueden llegar a hacer, tratar a su vez de averiguar cierta información sobre la
empresa que los está entrevistando, y prepararse psicológicamente para una
cantidad grande de preguntas personales.

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