Trikini, ¿sí o no?

Hacía tiempo que una prenda para la playa no suscitaba tanto interés... y dudas como la trikini. Te contamos todo lo que tienes que saber antes de decidirte


¿Qué es la
trikini?


 

Mas bien habría que preguntar qué son. Como
su nombre lo indica, es una malla de tres piezas, pero el término se suele
utiliza para nombrar a dos cosas muy diferentes entre sí:

 

– A una malla de dos piezas o bikini con
culotte, habitualmente transparente (y por debajo una tanga lo más pequeña
posible). Esta es la variante a la que más frecuentemente alude el término
trikini en inglés.

 

– O a una malla de dos piezas que se unen
con tiras de tela que corren por el centro del abdomen, no llegando a tapar la
silueta tanto como una malla entera o bañador pero tampoco dejando al
descubierto tanto como un bikini.

 

Esta “variante” es la que se ha puesto tan
de moda últimamente (aunque surgieron –y tuvieron un momento de auge- en los
años ’70), y a ella nos referiremos en esta nota.

 


¿Por qué la
trikini?


 

Los periódicos y revistas de modas nos
cuentan que la trikini está haciendo furor, y que son cada vez más las mujeres
que se animan a usarlos, de toda edad y talle.

 

Por otro lado, hay muchas que piensan que
sólo se trata de una “operación mediática” de los diseñadores, que en las playas
se ven pocas mujeres con trikinis, y que son muy pocas las privilegiadas a las
que les queda bien,

 

Pero, como suele suceder casi siempre, lo
más probable es que la verdad se encuentre en el punto intermedio.

 


¿Es para mi?


 

No hay prenda en el mundo que le quede bien
a todas las personas, y mucho menos un traje de baño. Por lo tanto, nada
reemplaza al probador y el espejo.

 

Pero sí hay algunos consejos a seguir, que
te ayudarán en la decisión:

 

– Las tiras cubren la parte central del
abdomen. Por lo tanto: o usas trikini todo el verano, o te las pones recién
después de haber adquirido un buen –y parejo bronceado- con una bikini.


En otras palabras: se puede pasar de una malla entera a una trikini, de una
bikini a una trikini, y de una trikini a una malla entera. Pero NO de una
trikini a una bikini (salvo que te exilies en tu terraza o balcón hasta
emparejar el bronceado).

 

– Cuando menos recortes tenga la parte
delantera, más estilizará la figura.

Lo mismo hay que tener en cuenta respecto al
color a elegir: cuanto más “rellenita” seas, más oscuro deberá ser el color.

 

Con el mismo criterio debes elegir el
estampado, recuerda que las líneas verticales estilizan y casi todos los otros
estampados te harán ver más “ancha”.

 

Como también se encuentran muchos modelos
con detalles de todo tipo (broches, argollas, frunces, etc.), recuerda esta
regla de oro: los detalles y accesorios atraen la mirada, y la mirada debe
atraerse hacia tus mejores atributos, y distraerse de las partes de tu cuerpo
que quieres disimular.

 

– Sea cuál sea tu tamaño de busto, el escote
no debe ser demasiado pronunciado, para proporcionar un buen sostén (recuerda
que las tiras… ¡tiran para abajo!).

 

– La parte inferior se encuentra en versión
culotte o en versión “cola-less”. Mírate en el espejo y elige la que mejor te
quede.

 

– Si tienes “rollitos” (tripita, michelines
o como prefieras llamarlos), fíjate bien como te quedan. Muchos dicen que el
trikini ayuda a disimularlos, pero la experiencia de muchas mujeres parece
indicar lo contrario.

 

– Por último, no te encasilles. El trikini
no siempre es la mejor opción –ni las más cómoda- para bañarse o broncearse,
pero puede ser excelente para lucirte al llegar o irte de la playa o la pileta,
combinado con un pareo o mini-shorts (o mini vaqueras).

 

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