El rubio ha sido, desde los tiempos de
Marilyn Monroe -y aún antes-, sinónimo de glamour, por lo que no es extraño que
para muchas mujeres sea el preferido a la hora de teñirse el cabello.
Comenzando, claro, por la propia Marilyn, que no era “rubia natural” (¿te lo
imaginabas…?).
El rubio tiene, por otro lado, ventajas que
van bastante más allá de las imágenes del cine y las revistas:
– Distrae la mirada de las imperfecciones
del rostro (las ojeras, por ejemplo)
– Ilumina el rostro
– Los dientes parecen más blancos
– Resalta el bronceado (lo que hace del rubio el color ideal para el verano)
Consejos para el mejor rubio
– Ten en cuenta que a veces es necesario
decolorar, lo que puede volver a tu cabello más poroso y áspero (cuanto más
tonos se aclare el pelo, más se verá afectado)
– El rubio necesita más “mantenimiento”,
porque las raíces oscuras tienden a notarse más rápido (aunque nunca es bueno
volver a teñirse antes de los dos o tres meses)
– A cada capa de cabello se le deben ir
incorporando reflejos de tonos distintos, para evitar que parezca que te paseas
con un casco puesto.
– El tono del cabello debe estar de acuerdo
con el de las cejas. Cuanto más oscuras las cejas, menos natural parecerá el
rubio.
– También debe de estar de acuerdo con tu
tono de piel. Si tu matiz de piel es mate, son mejores los caobas y rojizos, que
le darán luz a tu rostro y te quedarán mejor que el rubio.
– Las tonalidades más oscuras deben usarse
en la nuca, y las más claras en la parte superior
– Después de teñirse, espere el mayor tiempo
posible antes de lavarse el cabello, para evitar arrastrar el color
– Luego del teñido, debemos mantener el
cabello hidratado y cuidado con acondicionadores especiales para cabello teñido
o con tratamientos especiales como mascarillas para el cabello, cócteles,
ampollas, vitamina E, semillas de linaza, etc.
– Una vez por mes, debes lavarte el cabello
con un champú de arrastre, para eliminar todos los elementos de fijación (geles,
etc.) que vuelven opaco al pelo rubio y le quitan brillo
– El cloro es un gran enemigo del rubio, pues puede darle un tono verdoso. Para
evitarlo, hay que usar protector y gorro de baño, y lavar muy bien el pelo con
agua dulce después de la piscina
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