La belleza es
una de las principales preocupaciones de la mujer. Más allá de su capacidad e
inteligencia, si éstas no se ven acompañadas por una figura perfecta y una cara
bonita les parece que no sirven de nada.
Muchas de
ellas piensan que el cuerpo camina en dirección paralela a su manera de ser, o
que por el contrario constituye el peor obstáculo para lograr estar plena. Por
eso es importante poder valorar el propio cuerpo y aceptarse como uno es.
Piedras
espirituales
Lo primero
que tiene que hacer para verse y sentirse mejor es comenzar una dieta a base de
frutas, verduras y hortalizas. Esta alimentación más sana predispone mejor al
cuerpo para iniciar cualquier cambio positivo.
Además ayuda a mejorar aspectos físicos como la textura de la piel, el brillo
del cabello, y una sensación de bienestar general en todo el cuerpo.
Luego puede empezar un rito (siempre recuerde empezar con esta dieta una semana
antes). Al octavo día, y por otros cinco días más haga lo siguiente:
1. A la
medianoche del séptimo día de la dieta prepare una piedritas de cuarzo verde en
un recipiente y sáquelos a la luz de la luna.
2. Mientras
las piedras absorben la energía, rece la siguiente oración a Freya, diosa
escandinava que hacía de su belleza un culto diario:
“¡Oh,
grandiosa Freya!.,
cultora
incansable
de la
belleza,
que amas la
luz
resplandeciente de
tu cuerpo,
haz que tu
luminosidad
se refleje en
mi propio
cuerpo.
Deseo ser tan
bella
Como tú,
Tan amada
como tú,
Quiero un
cuerpo vital,
Lleno de
energía
Para alcanzar
La serenidad
que
Permita la
plenitud de
Todos mis
sentidos.
¡Grandiosa
Freya,
cultora de la
belleza,
ayúdame!
3. Luego de finalizar con la oración se debe inclinar tres veces sobre el
recipiente, como efectuando una reverencia.
4. A la
noche siguiente, llene la bañera con agua bien caliente, agréguele siete gotas
de esencia de sándalo agreste, las piedras energizadas, y un poco de sal gruesa.
Luego tenga a mano una toalla o bata de color verde para cuando salga del baño.
5. Sumérjase
en el agua hasta sentirla tibia y disfrute de una completa relajación. Cierre
los ojos y sienta cómo se relaja su cuerpo.
6. Luego de aflojados los músculos, observe cada parte de su cuerpo. Tómese el
tiempo que quiera y mire la piel que cubre esa zona, cómo son las texturas, qué
partes del físico le gustan más, que zonas querría cambiar.
7. Visualice las modificaciones que cree necesarias hacerle a su cuerpo, sin
menospreciar las formas actuales ni imaginar posibles cambios. Al pensar en
mejorar lo que tiene estará dando un paso más para aceptarse como es.
8. Luego de ver su cuerpo ideal sienta cómo la energía de esa imagen se
transporta hacia su interior.
9.
Abra los ojos despacio. Salga del baño, envuélvase en su bata verde y recuéstese
hasta lograr un sueño profundo.
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