Cuando usted
cambia de trabajo, existen tres cosas que puede hacer con el
dinero de su retiro:
–
Mantener
el dinero en el plan de
ese
anterior
empleador
– Transferirlo
a una cuenta individual de retiro
–
Cobrarlo
en efectivo.
Los planes son todos diferentes y no todas las compañías le permitirán dejar el
dinero en su plan una vez que usted se haya ido. Y si usted sabe que se está
yendo a otro trabajo, probablemente su nuevo empleador le permita transferirlo
al de la nueva empresa.
Lo que usted haga dependerá, parcialmente, del punto al que llegue la
relación con la empresa,
de las retribuciones impositivas,
comisiones
y opciones de inversión. Es una decisión personal. Lo principal es estar
preparado si usted ve síntomas
preocupantes
en la compañía
que lo emplea.
Asegúrese de conocer
el fondo de pensiones que maneja su dinero
y
la persona de
contacto para información.
Asimismo, considere cualquier préstamo por parte de su plan. Si usted deja la
empresa y no paga el préstamo, éste contará como una
“distribución“.
Si usted tiene menos de 55 años, será gravado con un 10 por ciento de
penalización y la suma será gravada como ingreso ordinario. Las distribuciones
suelen ser objeto de penalización antes de los 59 años y medio, pero esto no se
aplica a los empleados que dejan sus trabajos durante o después del año en que
cumplen 55.
La ventaja de girar sus ahorros de retiro a una cuenta individual de retiro
(IRA) es que usted tiene un control “más personal” sobre el dinero.
Generalmente, existen más opciones de inversión disponibles
de este modo
y usted puede decidir más tarde pasarse a un nuevo plan si es necesario.
Además, si tiene muchas cuentas de retiro, unificarlas en una IRA puede
simplificar
todo
y hacer más fácil seguir la pista de sus inversiones.
Como si fuera poco, girar dinero a una IRA es una transacción libre de
impuestos, porque usted todavía se encuentra ahorrando para el día de su
jubilación.
De todas formas, en algunos casos, dejar el dinero en la cuenta de su empleador
previo puede ser una buena idea. Por ejemplo,
se aplican
menos
comisiones
por
inversión
y administración
si la compañía tiene varios empleados en el mismo plan.
Y si está preocupado
por la posibilidad de que su anterior empleador
quiebre algún día, debería saber que los fondos de los planes
de pensiones
están protegidos de los acreedores, a diferencia de los IRA.
Por supuesto, usted puede convertir en efectivo sus ahorros de retiro, pero los
planes financieros no recomiendan hacerlo
a
menos que no tenga otra opción para mantenerse. Usted tendrá que pagar impuestos
y posibles penalizaciones sobre la distribución.
Casi nadie se pone a pensar
cuánto dinero va a necesitar verdaderamente a la hora de retirarse. Llevarse
el dinero
ahora significa que algo faltará el día de mañana.
Otra cosa más a saber: si su empresa está tan mal
como para presentarse a la
quiebra,
puede que exista una demora a la hora de acceder a su dinero.
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