Estos
varones suelen ser personas muy ansiosas, en movimiento constante, no pueden
quedarse mucho tiempo quietos, todo lo hacen rápido, comer, trabajar, etc.
También han vivido su
sexualidad adolescente
con ansiedad y apuro por no ser
vistos al masturbarse o por haber iniciado su vida sexual activa con prostitutas
que los apuraban.
Suelen ser personas que se angustian ante altos niveles de
excitación y eyaculan rápido para desembarazarse de la angustia. La relación
de pareja también influye en esta dificultad sexual.
La
mujer puede tener una actitud denigrante con respecto al desempeño de su marido
(recordemos la película "Las puertitas del Sr. López"), o
haber hostilidad entre ambos o dificultades en la intimidad en general.
Las
desavenencias conyugales pueden ser causa de diversas dificultades sexuales, no
sólo de la eyaculación precoz. La elección inconsciente de uno u otro síntoma
sexual dependerá de la estructura de personalidad y de la historia personal.
Aclaremos que las situaciones de abstinencia sexual suelen llevar a
eyacular precozmente aunque el varón sepa controlarse. Así mismo puede suceder
con una nueva pareja sexual, debido a la ansiedad y la falta de conocimiento y
ajuste entre ambos.
Las causas de la eyaculación precoz son generalmente emocionales,
fundamentalmente por ansiedad y por un mal aprendizaje. En el caso de que
ocurriera luego de una vida sexual
normal, podría evaluarse la posibilidad de
una inflamación genital interna que impida mantener el semen en la
uretra prostática.
Esta disfunción sexual es fácilmente tratable mediante la terapia sexual y su
porcentaje de solución es alto (90 %).
En los casos mencionados en ambas notas, como en todas las dificultades
sexuales, para establecer un pronóstico de solución del problema es necesario
evaluar si la disfunción es primaria (desde siempre) o secundaria (aparece en
determinado momento de la vida), generalizada (en todas las situaciones
sexuales) o situacional (en determinadas situaciones sexuales).
Los problemas primarios y generalizados son más difíciles de solucionar que
los secundarios y situacionales. Sin embargo, la posibilidad real de solución
está determinada por cada persona, por su deseo de cambio y superación.
A modo de sugerencia, y con la finalidad de descentrar el concepto de placer de
lo exclusivamente genital les propongo – a ambos sexos- que intenten aumentar
los niveles de percepción de los estímulos agradables que llegan a sus
sentidos: un aroma especial, el sabor de una comida, un roce casual, los sonidos
armónicos y las imágenes atractivas. Traten de oler, saborear, tocar, oír y
ver con intensidad: se sorprenderán gratamente.