El insomnio no está directamente relacionado con la cantidad de horas que una persona duerme, ya que cada individuo tiene necesidades diferentes de acuerdo a su edad, a su actividad y a su carácter.
Y aunque comúnmente se estipulan 8 horas de sueño, para un descanso pleno, algunas precisan mas y otras menos, esto es normal.
La calidad de sueño es muy interesante, por ejemplo, en el momento en el que el cerebro apaga sus funciones entra en onda alfa; este estado produce unos químicos en el cerebro, como la melatonina, que sólo se produce cuando se está disfrutando de un sueño perfecto.
Hay varios factores parea obtener un sueño ideal, por ejemplo, no llevarse los problemas a la cama, que no entre luz por nuestros párpados, un buen colchón y una temperatura agradable para nuestro cuerpo; estos factores, entre otros, son los causantes para que se produzca melatonina.
Sin embargo, el conocimiento de las necesidades depende no solo de una recomendación especifica, sino del aprendizaje que cada uno haga, de su propio cuerpo y los pedidos que éste le haga para sentirse descansado después del sueño.
No hay horas exactas para recomendar, los bebés duermen todo el día, los niños ocho horas en la noche y unas dos horas en la tarde y, a partir de la adolescencia en adelante, se va disminuyendo, pero depende de la actividad durante el día; se podría decir que entre seis y ocho horas.
La falta de sueño, se puede deber a diferentes aspectos físicos y psicológicos absolutamente personales y causantes de cierto stress que hace que el cerebro no se disponga totalmente a dejar descansar al cuerpo y reponer las energías invertidas durante las actividades diurnas.
En busca de soluciones mágicas, muchas personas recurren a los medicamentos de venta libre en farmacias, lo cual no hace mas que emparchar el síntoma, y posponer la verdadera solución sin atacar el conflicto verdadero, que está en algún comportamiento o problema de diferenciación de conflictos, por lo cual no se deja descansar a si mismo.
En esa corriente de soluciones “exprés” hay algunas variantes que pueden resultar naturalmente efectivas como los té; los más comunes son el de siete hierbas, y los de tilo y lavanda.
Si quieres conocer las hierbas medicinales y cómo usarlas para la preservación de la salud y la belleza en forma natural, inscríbete ahora en nuestro curso gratis de Fitoterapia y Hierbas Medicinales, haciendo clic aquí.