La persona no cambia, lo que cambia y madura es su interior, la gente puede tener una forma por fuera, pero lo que más evoluciona es en el corazón.
Muchas veces nos podemos tapar de cosas materiales, tener un montón de cosas, y pensar que estamos completos en la vida, que tenemos de todo, pero lo que falta es en el interior saber si verdaderamente estamos completos en el corazón.
En la mente tenemos estructuras, que cuando fuimos niños, nos han enseñado a que debemos ser de determinada manera para con los demás.. cada uno diferente educación aunque existe una constitución, que nos da como personas la base de como comportarnos.
Cada uno de nosotros tiene su propia ley, o lo toma del modo que más le parece interesante para su vida, lo importante es siempre respetar a los demás como a ti mismo que es la ley más importante.
Donde comienzan mis límites, terminan los de los demás. O sea: los demás me ponen límites como yo, los demás eligen tanto como yo. Esa es la propuesta: ser personales.
Claro que llevamos un modo de ser ya predeterminado, pero podemos construir desde nosotros todos los días un habito diferente.
Por ejemplo: si no le doy un beso a mi hijo todos los días cuando vengo al trabajo o no lo digo te quiero, puedo empezar a ver por qué y proponerme todos los días empezar por un beso.
O si no salgo a correr y me cuesta, o no puedo hacerlo, intento proponerme esa meta. Sé que cuesta pero ”vale la pena intentarlo!
Todo está dentro nuestro, proponernos cambiar es un avance en nuestro proceso mental, y la programación de la mente se puede seguir mejorando hasta llegar a objetivos más altos.
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