Para un correcto maquillaje es necesario conocer el tipo de cutis que tenemos para usar los productos correctos:
Cutis seco o fino:
Espesor disminuido
Poros poco perceptibles
Superficie cutánea seca y opaca sin oleosidad o muy poca
Mala hidratación
Tendencia a la descamación
Intolerancia a la intemperie y a los jabones.
Tendencia A arrugarse precozmente
Tendencia a fisuras en la piel
Dilatación de los vasos capilares
Cutis graso o grueso:
Espesor aumentado
Poros dilatados
Grasitud, sudoración excesiva
Buena hidratación
Tendencia a la formación de puntos negros
Buena tolerancia a la intemperie y a los jabones
Involución tardía
Tonalidad amarillenta
Antes de maquillarnos nuestra piel debe estar preparada de la siguiente manera:
Limpieza:
Retirar todo resto de maquillaje anterior (si lo hubiera) si no, este paso se hará de todas maneras, tanto en el rostro como en los párpados con cremas o lociones adecuadas.
Tonificación:
Tonificar es vivificar la piel, darle frescura a través de una loción que permite además, retirar todo el resto de crema demaquillante.
Hidratación:
Es, a través de una crema liviana, proveerle a la piel componentes hidratantes, suavizantes y balsámicos. La principal función es impedir que la piel pierda el propio agua natural.
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– La teoría del color
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