Se denomina colesterol a una especie de grasa que se ubica en la pared que rodea, y protege, a cada célula de nuestro cuerpo. Esta sustancia, es fundamental para que se sinteticen las hormonas esteroideas, unas hormonas que cumplen una gran cantidad de funciones dentro del organismo.
Pero como bien sabemos, el colesterol puede ser muy perjudicial para nuestra salud, especialmente cuando se acumula en las diferentes paredes de los vasos sanguíneos (es decir, las arterias), puesto que de esta forma comienza un endurecimiento de las mismas.
Este proceso, se denomina arterioesclerosis, tiene como efecto una menor lucidez, y predispone a la persona a sufrir ataques cardíacos y cerebrales.
La cantidad de colesterol necesaria para el funcionamiento bioquímico del organismo, se forma dentro del propio cuerpo. Sin embargo, cuando se consume una gran cantidad de grasas animales, huevos y aceites, y otros derivados, se produce un exceso de esta misma sustancia.
Personas en riesgo
Son muchas las razones que pueden llevar a una persona a sufrir problemas vasculares o de coronarios. Sin embargo, las estadísticas señalan que son los antecedentes familiares, el fumar demasiado, o el llevar una vida muy sedentaria, lo que encabeza el riesgo de padecer estos problemas.
Además, veinte diferentes estudios llevados a cabo en catorce países, señalaron que aquellas personas que poseen un colesterol elevado, tienden a sufrir enfermedades en los vasos coronarios, de forma prematura.
En estos mismos estudios, se demostró que los tres principales factores de riesgo tienen que ver con:
1. el aumento del colesterol,
2. el aumento de la tensión arterial y,
3. el fumar excesivamente.
Cifras normales de colesterol
La cantidad normal de colesterol en sangre de los adultos sanos, varía según su edad, sexo, y lugar de residencia, ya que también depende de las condiciones ambientales (a menor temperatura, mayor colesterol).
De hecho, no existe otro parámetro sanguíneo que tenga márgenes y cifras tan variadas.
Sin embargo, en ningún caso el colesterol debería exceder los 200 mg/dl, ya que en este caso habría serios riesgos de enfermedades coronarias.
Diferencia entre grasa vegetal y animal, y otros datos de importancia
Las grasas de origen animal –también denominadas saturadas- incrementan en gran medida los niveles de colesterol. Sin embargo, las grasas de origen vegetal –también llamadas poliinsaturadas- no tienen ningún efecto nocivo.
Tan sólo una cuarta parte del colesterol que circula por nuestra sangre proviene directamente desde nuestro aparato digestivo, o, más específicamente, de los mismos alimentos.
Una parte del colesterol que se encuentra en la sangre, es captado por el mismo hígado, donde es metabolizado y segregado por la bilis, atravesando la vesícula biliar.
Pero variando inteligentemente esa alimentación podemos combatir exitosamente este mal.
Por ejemplo:
– El alcaucil actúa como antioxidante hepático y evita la acumulación del colesterol, favoreciendo también la secreción de bilis y disminuyendo la cantidad de azúcar en la sangre de los diabéticos.
– La cebolla es una fuente de vitaminas y minerales y por su contenido de sílice flexibiliza las arterias.
– La vitamina C ayuda a combatir las enfermedades cardiovasculares, y está presente en los cítricos, kiwi y ajíes.
– Aceites: use solo los de oliva, maíz , soja y girasol.
– La avena permite a los alimentos transitar mejor a través del intestino delgado y contiene fibras especificas que reducen la absorción del colesterol.
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