Aunque mucha gente considera al golf una actividad física de baja intensidad en comparación con otros deportes, los bancos de arena y las vías de agua pueden no ser los únicos riesgos que los golfistas deben enfrentar. Como cualquier otro deporte, el golf conlleva riesgos de lesiones.
Tal es así, que en Estados Unidos se registran, aproximadamente, 110.000 lesiones anuales relacionadas con esta actividad.
Algunos de las lastimaduras potenciales asociadas al golf son síndrome de abuso, tendinitis, bursitis, torceduras y desgarros. Las lesiones en codos, columna, rodillas y muñecas son las más comunes. Los cirujanos ortopédicos sugieren un entrenamiento especializado antes de comenzar la temporada de juego.
Planificando la temporada de juego
Lo importante es que vuelvas, gradualmente, a jugar golf en la misma cantidad que lo hiciste la última temporada. Es decir, que vuelvas a jugar lo mismo que antes del receso (ya sea por vacaciones, lesión, etcétera).
Por lo tanto, no juegues 36 hoyos en tu primer día de práctica. Golpea unos cuantos canastos de pelotas primero, y luego, al día siguiente, fíjate como están tus hombros y codos. Después comienza a aumentar la cantidad de golpes gradualmente.
Por otra parte, los músculos deben mantenerse en condiciones durante toda la temporada de juego. De modo que, si no te quieres perder de esos hermosos fines semana en el club de golf, deberás programar un esquema de mantenimiento físico que te permita una larga vida dentro de la actividad.
Recomendaciones
La Academia Americana de Cirujanos Ortopédicos ofrece estos consejos para prevenir lesiones relacionadas al golf:
- Toma clases de golf. Hazlo sin apresurarte y no pretendas jugar como un profesional.
- Elige unos zapatos apropiados para golf.
- Calienta y efectúa ejercicios de elongación antes de comenzar. Mejorar la flexibilidad ayuda a que los músculos se acomoden a todos los tipos de exigencias.
- Es importante que incorpores ejercicios de resistencia a tu rutina de calentamiento.
- Encorvarse demasiado sobre la pelota demasiado puede predisponerte a torceduras de cuello y tendinitis del músculo rotatorio de la muñeca.
- Evita el codo de golfista. Esta patología es causada por un estiramiento de los músculos internos del antebrazo y puede evitarse sin forzar las muñecas durante el swing.
- Mantén tu pelvis tan estabilizada como puedas durante todo el movimiento del swing.
- Utiliza pantalla solar y mantente atento a los signos de deshidratación y a los golpes de calor.
- Si estás utilizando un carrito de golf, asegúrate de tomar todas las precauciones de seguridad correspondientes para evitar lesiones. Esto es evitar las grades pendientes, cuidar tus pies cuando el carro avanza, no asomar las extremidades fuera de carro y, por supuesto, evitar las colisiones.
- Si desarrollas una molestia a partir del golf, considera consultar con un traumatólogo. De todas formas, procura tomar clases con un profesor experimentado para que revise la técnica de tus movimientos, ya que ésta puede ser la causa de tu malestar.
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