¿Es bueno que tu hijo trabaje?

¿Cuáles son las ventajas y las desventajas de que tu hijo adolescente comience a trabajar?

Tu hijo adolescente llega a casa de la escuela y te dice que quiere comenzar a trabajar cocinando hamburguesas en una cadena de comidas rápidas. Alega que necesita dinero para CDs, ropa, y para comprar su primer auto. 

¿Es éste un paso hacia la madurez o un desliz que lleva a las notas bajas, sueño inadecuado, y hacia una vida social restringida? ¿Qué le dices a tu hijo para ayudarlo a tomar la decisión correcta en lo que se refiere a empezar a trabajar? ¿Y cómo mantienes la comunicación necesaria para asegurarte que puede manejar el trabajo, la escuela, y el tiempo libre de manera inteligente? 

Casi todos los adolescentes se beneficiarían con una experiencia laboral. No obstante, existen riesgos que debes tener en cuenta. 

Beneficios 

  • Un empleo adolescente puede enseñar destrezas laborales que le servirán bien en el colegio y que lo prepararán para una carrera en la adultez.
  • Puede adquirir confianza, desarrollar sentido de la responsabilidad, y sentirse más independiente.
  • Existen investigaciones que demuestran que los estudiantes que trabajan una cantidad moderada de horas (no más de 10 a 15 horas semanales durante el ciclo escolar) tienden a sacar mejores calificaciones que aquellos que no trabajan.

·         Ganar dinero le permitirá comprarse las cosas que quiera y le dará la posibilidad de aprender la a manejar el dinero responsablemente.

  • Si tú y tu esposa trabajan fuera de casa, un trabajo después de la escuela le dará a tu hijo la supervisión de un adulto en las cruciales horas de la tarde.
  • El trabajo apropiado puede exponerlo a nuevas posibilidades de empleo y establecer un patrón para una carrera de por vida.  

Desventajas 

  • Trabajar más de 13 a 20 horas semanales suele tener relación con las bajas calificaciones.
  • Los adolescentes que trabajan muchas horas se ven complicados a la hora de desarrollar actividades extracurriculares y relaciones sociales.
  • Algunos estudios demuestran que los jóvenes que trabajan gran cantidad de horas son más propicios a involucrarse en el consumo de drogas ilegales o alcohol; en parte porque son expuestos a compañeros mayores que los llevan por mal camino.  

Conveniencia según las edades 

  • Los chicos menores de 14 años no deberían trabajar repartiendo diarios. Lo recomendable es que realicen alguna actividad en el negocio del padre, o que cuiden niños o efectúen actividades de tipo doméstico. Asimismo, durante el año escolar los jóvenes deberían trabajar en horarios comprendidos entre las 7 y 19 hs, extendiéndose un par de horas durante las vacaciones.  
  • Los adolescentes de entre 14 y 15 años pueden realizar tareas no peligrosas durante tres horas diarias en época escolar, ocho horas en vacaciones (es decir, 18 horas durante la semana escolar y 40 horas durante la semana vacacional.)
  • A los 16 y 17 años, los jóvenes ya están capacitados para realizar cualquier actividad no peligrosa por cualquier cantidad de horas.  

¿Qué deberías hacer? 

A los adolescentes no les gusta que se les diga lo que tienen que hacer, por lo tanto, tu mejor apuesta será realizar propuestas sutiles; una especie de tutoría indirecta… 

  • Pregúntale qué es lo que quiere obtener del trabajo. ¿Es una preparación para su carrera? ¿Es una prueba para determinar lo que le gusta? ¿Es simplemente otro lugar de reunión para su vida social? ¿O sólo se trate de dinero?
  • Discute acerca de la importancia de mantener buenas calificaciones, continuar las actividades extracurriculares y fomentar la vida social.
  • Recomiéndale organizar un presupuesto, que incluya ahorros y gastos. En ese sentido, considera hacerlo responsable de los gastos que genere. Por ejemplo, hazle pagar la gasolina cada vez que utilice tu vehículo, hazlo responsable de una porción de la cuota del seguro, y déjalo a cargo de algunos de sus gastos de entretenimiento (aquellos por los que antes debías responder siempre). Ésta es una buena oportunidad para hacer que el chico se zambulla en el mundo de la planificación e inversión financiera.  

Supervisión 

Si tu hijo consigue un empleo, será necesario que controles su evolución. 

  • Visita el lugar físico de trabajo y entrevístate con el supervisor. Es necesario que conozcas la situación y que el supervisor sepa que te mantienes expectante.
  • Piensa en limitar la carga horaria en el primer período, dejándolo trabajar más sólo cuando su vida escolar y social no muestren fisuras.
  • Prohíbe el trabajo nocturno. Restríngelo a las tardes o a los fines de semana.
  • A medida que pasa el tiempo, ayúdalo a conseguir mejores empleos, especialmente relacionados con los intereses a futuro del joven o aquellos que le ofrezcan una amplia muestra de las distintas áreas laborales.

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