Cerca
de un viejo albergue de caravanas medio abandonado, Beremiz vio tres hombres que
discutían acaloradamente junto a un hato de camellos, y procuró informarse de
lo que discutían.
-Somos
hermanos, explicó el más viejo, y recibimos como herencia esos 35 camellos. Según voluntad expresa de mi padre, me corresponde la mitad, a mi
hermano Hamet Namir una tercera parte y a Harim, el más joven, sólo la novena
parte. No sabemos, sin embargo, cómo efectuar la partición y a cada reparto
propuesto por uno de nosotros sigue la negativa de los otros dos.
Ninguna de las particiones ensayadas hasta el momento, nos ha ofrecido un
resultado aceptable. Si la mitad de 35 es 17 y medio, si la tercera parte y también
la novena de dicha cantidad tampoco son exactas ¿cómo proceder a tal partición?