¿Quién
es el único que se atreve a comerse todo lo que le sirvan sin chistar? El abnegado
hombre.
¿Quién
levanta los pies cuando están haciendo aseo? El considerado hombre.
¿Quién
es el que va vestido de negro al matrimonio? El estúpido hombre
¿Quién
es el que se expone a una laringitis aguda por estar gritándola cada vez que llega a la casa? El dulce hombre.
¿A
quién le toca mirar para el colchón en vez de disfrutar la decoración del techo y aguantarse los gritos en plena oreja? Al
sacrificado hombre.
¿Quién
es el que se expone a una úlcera de la rabia, cuando al llegar a casa no
encuentra el aseo hecho, la comida caliente, los niños cambiados, la ropa
lavada y planchada, la cocina limpia, la Vanguardia en orden, los recibos de los
servicios en la mesa y la mujer en rulos? El incomprendido hombre.
¿Quién
es el que se lastima los nudillos cada vez que reprende a la esposa? El tierno
hombre.
¿A
quién es al que le toca exponerse a que lo roben o apuñalen en un bar de mala
muerte y amanecer en un duro andén, cada vez que sale a esas sanas reuniones
nocturnas con sus amigos, mientras la otra está dormidota en la camita bajo
techo? Al desprotegido hombre.
¿Quién
es el que a pesar del cansancio y el estrés, jamás podrá fingir un orgasmo?
El sincero hombre.
¿A
quién es el que le toca trabajar para pagar un montón de plata del recibo de
la luz, porque la desconsiderada de la casa no hace sino planchar, aspirar,
brillar y lavar, por lo menos nueve horas diarias? Al paganini del hombre.
¿Quién
tiene que matar las cucarachas y ratones de la casa porque a la Alteza le da
pavor? El valiente hombre.
¿A
quién es el que se la montan cuando llega con colorete en la camisa? Al
incomprendido hombre (¿acaso uno no puede tener un amigo que trabaje de
payaso?).
¿Quién
tiene que afeitarse todos los días? El pobre hombre… bueno, y la suegra.
¿Quién
manda en la casa? La suegra, la mujer, los cuñados, la empleada, el perro y
hasta la vecina del abrumado hombre.
¿Quiénes
tienen que aguantarse las ganas de llorar? Nosotros, los machos no lloramos.
¿Quién
es el que tiene que gastar considerables sumas de dinero en regalos para el Día
de la Madre, la mujer, la secretaria, la amistad, San Valentín, Navidad,
cumpleaños, aniversarios y demás fiestas inventadas por el hombre para
satisfacer a la mujer? Adivinen….
¿Quién
nunca lleva la contraria, jamás pide que le repitan una pregunta, y se viste en
menos de diez minutos? El ágil hombre.
¿Quién
llega inocente y puro al matrimonio? Sin duda alguna, el hombre (nadie comete
matrimonio con conocimiento de causa).
¿Quiénes
están leyendo esto a escondidas para poderse reír, ya que si son sorprendidos
se exponen a un severo garrotazo? Los cohibidos hombres.
¿Quién
jamás podrá decir una mentira? Los sinceros hombres (somos inocentes hasta que
se nos demuestre lo contrario).
¿Quién
tiene que aguantarse las típicas escenitas de: ¡Ya no eres el mismo! ¿No me
vas a salir esta noche con que estás cansado?, ¡Ese pelo no es mío!, ¡Me voy
para donde mi mamá? El resignado hombre.
¿El
nombre de quién es el que está en los recibos de los servicios públicos, el
directorio telefónico y la escritura de la casa? El del testaferro del hombre
(uno figura pero la que manda es otra).
La
lista de razones que ratifican el derecho del hombre a tener un día especial
para él (diferente al día del trabajo), es infinita.
¡VARONES
ALZAOS EN PIE DE LUCHA! Conformemos un movimiento machista para reivindicar
nuestros derechos al "DÍA DEL HOMBRE".
Uno
corto para terminar
Juan
se encontraba camino a su casa cuando, de pronto, se percató que era el día de
cumpleaños de su hija y que no le había comprado su regalo. Se dirigió al
Centro Comercial, corrió hasta la tienda de juguetes y le dijo a la vendedora:
¿Cuánto cuesta esa Barbie que está en la vitrina? En forma condescendiente,
la mujer le pregunto: ¿Cuál Barbie?
Y continuó diciendo: Tenemos: Barbie va
al gimnasio por $19.95, Barbie va al baile por $19.95, Barbie va de compras por
$19.95, Barbie va a la playa por $19.95, Barbie se va de fiesta por $19.95, y
Barbie divorciada por $265.00. Juan le pregunto:
Y por qué la Barbie divorciada
cuesta $265 cuando todas las otras solo cuestan $19.95? Eso es obvio, le dijo la
asistente. La Barbie divorciada viene con la casa de Kent, el carro de Kent, el
bote de Kent y los muebles de Kent.