Cómo explicar la muerte a los niños

Una tarea inevitable, que en cualquier momento se presentará, y en la que pocos pensamos. Sin embargo, hay formas y formas de explicar la muerte a los más jóvenes...

Tal vez, una de las lecciones más difíciles que un padre debe enseñar a sus hijos es la lección de la vida y la muerte. Seguro que va a suceder –un miembro de la familia, un amigo o una mascota morirá-, pero ¿cuál es la mejor forma en que un padre puede explicarlo sin asustar a sus hijos? Por otra parte, ¿los chicos deben enfrentar el dolor de conocer la verdad? 

Decir o no decir

Los expertos concuerdan en que la mejor forma de tratar el tema de la muerte –sin importar la edad del niño- es diciendo la verdad. 

Muchos padres esperan proteger a sus hijos del dolor que ellos mismos están experimentando, diciéndoles que el pariente se ha ido de viaje o la mascota ha escapado. Sin embargo, los chicos tienen la capacidad de absorber las emociones de los demás, y podrían volverse inseguros en lo que se refiere a la posible “desaparición” de un ser querido.  

Compartir tu dolor contándole a tu hijo que la mascota o un ser querido ha muerto, les permitirá a ellos también apenarse por el hecho. Si se explica que la persona o la mascota estaban viejos o enfermos, entonces el chico no se culpará por la pérdida.  

Mientras que no tengas que entrar en detalles, deberías explicar que enfermedades como esas no son comunes y que es muy poco probable que alguno de ustedes la padezca. Si el fallecido era un anciano, dile a tu hijo que no se preocupe, que tú andarás dando vueltas en este mundo todavía por un largo rato. 

Si la mascota muriera a causa de su edad avanzada, asegúrate de explicar que los animales no viven tanto como los seres humanos. 

La frase adecuada 

En este punto, ya sea que entres o no entres en detalles acerca de tus creencias religiosas, trata de no utilizar eufemismos que puedan confundir al chico. “Pasó al más allá”, “se fue a dormir” o “está bajo tierra”, a menudo, son frases que podrían asustar al niño, incluso creándoles la impresión de que podrían morir durante el sueño. 

Tú quieres evitarles esta experiencia, aunque es poco probable que puedas evitar que sientan tu pena. Es necesario que los niños sepan que no son responsables por los acontecimientos ni por tu tristeza.  

Haciendo de tu explicación algo simple y honesto, lograrás remover el miedo a la vez que dejas que el niño reconozca sus sentimientos. Prepárate para cualquier tipo de respuesta y no fuerces tus expectativas sobre él. Los chicos muy pequeños suelen responder más ante la tristeza de los padres que ante el evento en sí. 

Asimismo, los niños son concientes de los cambios en las rutinas. Hacer la menor cantidad de cambios posible, les ayudará a sobrellevar y les enseñará que la vida continuará, y que con el tiempo, el dolor desaparecerá. 

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