El mágico contraste de las plantas de hojas oscuras

Tan admiradas como evitadas, las plantas de hojas oscuras representan un desafío para todo jardinero amateur. Si quieres tenerlas en tu jardín, será mejor que aprendas a jugar el juego del contraste

¿Qué hay de especial en las plantas con hojas negras que generan deseos lujuriosos en la gran mayoría de los jardineros? ¿Por qué todos deben tenerlas?  

¿Por qué cuando un trabajador de vivero describe las flores casi negras del Geranio Phaeum, los jardineros echan espuma por la boca y sacan sus chequeras en cuestión de segundos? 

En parte, tiene que ver con la lencería. Las personas piensan que el negro es sexy, y, a decir verdad, lo es. Echa un vistazo a las gotitas de agua colgando del exuberante follaje de un hinojo de hojas negras después de una ducha –para las plantas las lluvias son duchas refrescantes- y atrévete a decir que no sientes fascinación… 

En estos días, todos tenemos que tener la Dalia “Obispo Llandaff”, incluso aquellos quienes hace algunos años formaban parte del movimiento esnob anti-dalia, que habían jurado que nunca permitirían una de esas cosas en sus jardines.  

¿Quién puede ahora resistirse a ese resplandeciente follaje negro, y a esas brillantes flores rojas? Es como ver a  la actriz de moda, con todo el énfasis puesto en el lápiz de labio. Tal vez, el Obispo no sea la mejor flor sobre una Dalia de hojas negras, pero indiscutiblemente tiene su encanto. 

El problema es que ni el glamour ni el encanto hacen girar al mundo. Pueden ser divertidos, pero no pagarán la renta. De hecho, a la luz del día, generan un impacto estructural demasiado pequeño.  

En un jardín, cada una de las plantas deben pagar la totalidad de la renta todo el tiempo que sean visibles, o, de lo contrario, no deberían estar allí. Entonces, vale la pena detenerse a pensar en la forma de potenciar el uso de las plantas de follaje negro. 

Desde ya, éstas crean un delicioso momento de contraste. Contra un fondo de distintos verdes, el instante ocasional del negro funciona bien. Por ejemplo, un Pitósporo podado entre setos, o un antiguo Saúco –la belleza negra, como le dicen- ondeándose a espaldas de un borde profundo o unas matas. El Obispo, por su parte, lucirá toda su realeza en un borde otoñal de colores extravagantes.     

Estas plantas, a diferencia de las de hojas comunes, suelen adquirir más belleza a medida que uno se aproxima. A la distancia, tal vez no sea más que un agujero en la imagen general de las plantas.  

En realidad, se las ve como algo sin color, aunque sirven de contraste –efectivo y poco usual- a otros colores. Por eso es que las flores rosadas de “la belleza negra” aparecen tan deliciosas contra el follaje negro. También es por eso que las flores casi rosadas y el follaje negro-purpureado de Perejil Anthriscus lucen tan bien juntos.  

Por eso es que una maceta de Aeonio negro se ve sensacional con su manto de pintitas rosas. Y también es por eso que el bulboso Erémurus aparece tan distinguido haciéndose ver a través de un mar de hinojos negros.  

Todo se trata de la clásica combinación del tono de la carne y los encajes negros. Como decíamos antes, tiene que ver con la atracción natural que produce el negro en la lencería a los ojos humanos. 

Sin embargo, la regla de los tonos carne y los encajes negros es que deben estar cerca, y no distanciados por 50 metros. La negrura del encaje sólo tiene impacto cuando te acercas más y más. Por lo tanto, utiliza estas plantas en forma moderada, para los momentos más íntimos del jardín. 

El contraste del follaje negro y la roca o el concreto es el más severo de todos. ¿A quién se le ocurriría poner un banco de rocas rodeado Liriopes Giganteas de hojas negras -Ophiopogon planiscapus Nigrescens-? Pues muchos han visto este tipo de atrocidades.   

En cualquier caso, con mayor cuidado y noción se podría hacer algo más presentable. Por ejemplo, ¿qué tal una plaza de Liriopes en un patio asfaltado? ¿Y varias plazas? ¿Y varias plazas de la variedad verde y una de la negra?  

El nombre del juego con el follaje negro es “contraste”. Y éste existe para que nosotros juguemos con él. Así que diviértete con tus plantas de hojas negras y crea maravillas que sorprendan los observadores.

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