Si no fuera por las grandes multitudes, el verano sería un momento excelente para viajar. El tiempo soleado, los días largos y la exuberante vida nocturna hacen de Europa un poderoso magneto para los turistas. Estos son algunos consejos para minimizar los efectos perniciosos de las grandes muchedumbres en las temporadas altas.
· Aléjate de los sitios más transitados. Realmente es un tema para estudiar, ¿por qué tantas personas acumuladas en la zona más populosa, de la ciudad más popular, en el mes más concurrido –Plaza San Marcos, Venecia, julio- y todos se quejan de la muchedumbre? Podrías estar en Venecia, en julio, y caminar seis cuadras detrás de la Basílica de San Marcos, detenerte en un café, y ser saludado por venecianos que actúan como si nunca hubieran visto un turista.
· Sé madrugador. En Alemania, camina alrededor de la antigua muralla de Rothenburg. Las personas que hacen footing y todos los caminantes tempraneros disfrutan de la especial vista a las hermosas ciudades medievales, mientras bostezan y estiran sus músculos, y se preparan para la avalancha cotidiana de turistas de los días actuales.
· Arriba a los puntos turísticos bien temprano por la mañana o a última hora del día para evitar los numerosos contingentes de turistas. El castillo alemán Neuschwanstein, que parece salido de un cuento de hadas, es un sitio fresco, agradable y que vale la pena visitar en los turnos de las 8:30 ó 9:00 de la mañana, cuando los guías están relajados y las muchedumbres todavía no llegan.
· Tarde durante el día, cuando los turistas ya se han ido -y están cansados en sus habitaciones de hotel o comienzan a buscar un lugar para la cena- será el momento propicio para visitar las más importantes galerías de arte de Europa.
· Desarrolla una mentalidad minimizadora de la muchedumbre. Evita los museos en los días de entrada libre –desde ya, cuando están más abarrotados-. Y ya que todos los museos de las proximidades de París están cerrados los martes, excepto el de Versailles, evita éste particularmente, porque estará muy congestionado.
· Observa como viven los lugareños. Los barrios residenciales rara vez ven un turista. Paséate por un centro de compras o shopping. Compra una copia de la versión local de “Las Mejores Casas” y úsala para explorar esa cultura en particular. Socializa con los lugareños mientras tu pizza se cocina.
· Disfruta de la noche. Los destinos populares de actividades diurnas cerca de las grandes ciudades y resorts, como Toledo –cerca de Madrid-, San Marino –cerca de los grandes resorts balnearios de Italia-, San Gimignano –cerca de Florencia-, y Rothernburg –cerca de Frankurt- adquieren una atmósfera más pacífica y agradable por las noches, cuando las legiones de individuos pululantes se retiran previsiblemente a sus hoteles. Los pequeños pueblos, a menudo, carecen de una estructura hotelera capaz de recibir grandes grupos de turistas y suelen ser inaccesibles a los grandes buses. Por lo tanto, éstos experimentarán, en el peor de los escenarios, visitas de mediodía.
· Conoce las excepciones. Aunque las muchedumbres turísticas por lo general se amontonan en la curva pico de los meses de Julio y Agosto, existen extrañas particularidades propias de cada país que, normalmente, están explicadas en las guías impresas propias de cada uno. Por ejemplo, París está vacío durante la temporada de vacaciones de Julio y Agosto, mientras que agitados días de convenciones tienen lugar en los meses de junio y septiembre. Por otra parte, los hoteles en la Península Escandinava son más baratos durante el verano, cuando los viajes –que, a esta altura, son más que nada de negocios- son escasos.
· Busca destinos que no tengan promociones especiales. Ten en cuenta que la accesibilidad y los presupuestos promocionales determinan la fama y la popularidad de un lugar tanto como su verdadero valor como atracción turística. Por ejemplo, Zurich es grande y famosa, aunque no tiene nada especial para ofrecer al visitante. Las playas de la Península del Peloponeso en Grecia, ofrecen el mismo clima y agua que las altamente promocionadas islas de Mykonos y Ios. Sin embargo, las primeras están fuera del camino transitado por los turistas, sin promoción, y hermosamente "desiertas".
Si viajas en auto o en moto, aprovecha las ventajas de tu movilidad apartándote de las bien conocidas rutas turísticas. La Europa que está más allá de las vías del ferrocarril es mucho más pacífica y relajada.
Por último, recuerde aprender algunas palabras y frases básicas en el idioma de los países que va a visitar. Puede hacerlo ya mismo inscribiéndose ahora en nuestros cursos gratis de idiomas (haga clic en el nombre del curso):
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