Sobre el aborto eugenésico o terapéutico

¿Quienes honran la vida? ¿La honran los que dicen que la defienden? ¿la vida de quien defienden?¿qué vida defienden los que dicen que defienden la vida ? ¿Quiénes realmente defienden la vida de todos?

El caso planteado por la madre de una joven con discapacidad mental, de nuevo dispara en el país los sectores más reaccionarios y combativos que peleaban su protagonismo en los años sesenta, pero no en el nuevo siglo. Un sector integrista religioso tan dificultado del diálogo y dogmático como el feminismo a ultranza comienza a hablar del “asesinato del estado y de la “presunta” violación de la madre.  

Obviamente si se convence que el estado democrático es genocida y asesino siempre los golpes de estado pueden venir inspirados por los “Ángeles”   Desconocen la situación real de la mujer y si su embarazo prolonga la violencia de la violación o si es vivido como única posibilidad de salir de la angustia noógena (angustia de sentido)  desde la fantasía de jugar a ser madre.  

Solo ven a “Dios agonizando en los fetos y en el desorden de una sociedad no tan clara como la medieval ni tan “prolija” como la de los gobiernos militares.  

Para los grupos feministas “pro choice” (=pro elección) el único sufrimiento verificable es el de las mujeres violadas.

Su Dios agonizante solo se expresa allí. Sacarse un feto o una verruga no es muy distinto. Importa la lucha que tienen algunas mujeres para ocupar aquellos espacios de poder en donde solo los varones pueden decidir qué vida merece ser vivible para ser respetada.  

Curiosamente aquel progresismo sintió repulsión por la inoportuna frase “merecerían se arrojadas al mar” , tal vez porque inconcientemente sienten que no son ellas las que eligen qué vidas merecen ser arrojadas al mar. 

Para los que hacemos bioética ambos se equivocan cuando pretenden imponer y hacer creer que su visión parcial del sufrimiento humano es omnicomprensiva y total. 

En estos embarazos sufren madres, fetos y familiares. Sufren también los que pueden estar en lista de espera si existiera la posibilidad real, solidaria y no compulsiva de adopción. Sufre toda  una sociedad democrática que intenta articularse revirtiendo la selección natural, poniéndose al servicio y repensándose a partir de sus miembros más indefensos y frágiles: discapacitados mentales abusados sexuales, niños por nacer.  

Para los sectores integristas religiosos no interesa ni la salud de la madre, ni sus condiciones mentales, ni castigar o intentar rehabilitar al violador.  

Lo que se busca son casos testigos que sensibilicen falsamente a la sociedad para imponer la no despenalización del aborto. Como si por tener esa ley adquiriéramos un carnet para ser derechos y humanos.  

Para esos grupos interesa lo emblemático. Tirarán baldes de agua a Terry Schiavo, pero no es su sed lo que les molestaba, sino recuperar poder en otras decisiones sociales. Los sectores pro choice(pro elección) creen que en salud reproductiva lo importante es que la mujeres decidan. Se ignoran los condicionamientos sociales, no solo para hacerse cirugías estéticas sino también para llevar a la plenitud las vidas ya engendradas. 

Así, inconcientemente se da cumplimiento a las exigencias internacionales de control de la natalidad y del desarrollo contratado entre los hombres “civilizados”del norte y nuestros estrategas políticos algunos hechos a aquella imagen y semejanza.  

Los que trabajamos en medicina paliativa sabemos que estos casos no deberían generar dilemas morales que deba resolver la justicia. La experticia paliativa, es decir la medicina del cuidado del paciente mistanásico (abandonado social moribundo) y del distanásico (agónico indebidamente  prolongado)  y un desarrollo médico con prevención primaria por  médicos de familia, permitiría resolver el tema sin judicializarlo.  

Los médicos de familia están preparados para evaluar en qué medida el embarazo no deseado compromete la salud psíquica y física de la madre, y de decidir cuándo un aborto es terapéutico y moral, y cuándo es eugenésico e inmoral. 

La mayor calidad de vida de todos los hombres, incluso de los que pueden nacer y darse en adopción, requiere de sociedades menos dogmáticas y mas solidarias, aggiornadas con  las  nuevas modalidades que propone la medicina preventiva y posventiva.