El síndrome de alineación parental

Y la utilización de las denuncias por abuso sexual en los juicios de divorcio

DEFINICION 

El Síndrome de Alienación Parental (SAP) es un trastorno caracterizado por el conjunto de síntomas que resultan del proceso por el cual un progenitor transforma la conciencia de sus hijos, mediante distintas estrategias, con el objeto de impedir, obstaculizar o destruir sus vínculos con el otro progenitor, hasta hacerla contradictoria (José Manuel Aguilar – Síndrome de Alienación Parental ) 

Un trastorno que surge  principalmente  en el contexto de las disputas por la guarda y custodia de los niños. Su primera manifestación es una campaña de difamación contra uno de los padres por parte del hijo, campaña que no tiene justificación.  

El fenómeno resulta de la combinación del sistemático adoctrinamiento  (lavado de cerebro) de uno de los padres y de las propias contribuciones  del niño dirigidas a la denigración del progenitor objeto de esta campaña (Richard Gardner: A Guide for Mental Health and Legal Professionals) 

SINDROME DE ALIENACION PARENTAL Y ABUSO SEXUAL 

Frente al continuo uso de las denuncias de abuso sexual como arma en el marco de los juicios de divorcio y/o tenencia de los hijos de parejas separadas, es propósito del presente informe aportar a los profesionales o padres que deben lidiar con estas situaciones, la descripción comparativa para establecer las diferencias entre ambas situaciones  

ABUSO SEXUAL

SINDROME DE ALIENACION PARENTAL

 

El hijo recuerda lo ocurrido sin ninguna ayuda externa

El hijo programado no ha vivido lo que su progenitor denuncia. Necesita recordar.

Los datos que aporta son creíbles, con mayor cantidad y calidad de detalles.

Los datos que aporta son menos creíbles, carecen de detalles e incluso son contradictorios entre hermanos.

Los conocimientos sexuales son inapropiados para su edad: erección, eyaculación, felación, sabor del semen…

No tiene conocimientos  sexuales de carácter físico – sabor, dureza, textura, etc.

Suelen aparecer indicadores sexuales – conductas sexualizadas, conducta seductora con adultos, juegos sexuales precoces e inapropiados con iguales (por ejemplo, felatio, agresiones sexuales a otros menores más pequeños, masturbación excesiva, etc.

No aparecen indicadores sexuales.

Suelen existir indicadores físicos – infecciones, lesiones – del abuso

No existen indicadores físicos

Suelen presentarse trastornos funcionales – pautas de sueño alteradas, enuresis, encopresis, trastornos de alimentación

No suelen presentarse trastornos funcionales acompañantes.

Suelen presentarse retrasos educativos – dificultades  de concentración, atención, falta de motivación, fracaso escolar.

No suele presentarse retraso educativo consecuente con la denuncia

Suelen presentarse alteraciones en el patrón de interacción del sujeto abusado – cambios conductuales bruscos, aislamiento  social, consumo de alcohol u otras drogas, agresividad física y/o verbal injustificada, robos, etc…

El patrón conductual  del sujeto no se ve alterado en su entorno.

Suelen presentarse desórdenes emocionales – sentimientos de culpa, de estigmatización, síntomas depresivos, baja autoestima, llanto inmotivado, intentos de suicidio…

No aparecen sentimientos de culpa o estigmatización o conductas de autolisis

El menor siente culpa o vergüenza de lo que declara

Los sentimientos de culpa o vergüenza son escasos o inexistentes

Las denuncias por abuso son previas a la separación

Las denuncias por abuso son posteriores a la separación

El progenitor se da cuenta del dolor y la destrucción de vínculos que la denuncia provocará en la relación familiar

El progenitor no tiene en cuenta, ni parece importarle, la destrucción de los vínculos familiares.

Sería esperable que un progenitor que abusa de sus hijos pudiera presentar otros trastornos en distintas esferas de su vida

Un progenitor alienado aparenta estar sano en las distintas áreas de su vida

Un progenitor que acusa a otro de abuso de sus hijos lo suele acusar también de abusos a sí mismo

Un progenitor programador solo denuncia el daño ejercido hacia sus hijos.

Extraído de "Síndrome de Alienación Parental – Hijos manipulados por un cónyuge para odiar al otro", pags 56 a 58, de José Manuel Aguilar.

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