Incluso cuando tu hijo no se interese por los deportes en equipo, aún puedes ayudarlo a involucrarse en actividades que mejoren su autoestima, fuerza, coordinación y estado físico general.
Paso a paso
- En primer lugar, haz que un especialista revise su salud y su visión. A veces, el rechazo a participar en ciertas actividades puede ser síntoma de problemas.
- Ofrécele distintas opciones. Existen muchas actividades que pueden mantener en forma a los chicos. No todas ellas tienen que ver con juegos en equipo.
- Abre tu mente. Algunas niñas pueden querer jugar jockey sobre hielo o básquet, mientras que algunos niños pueden inclinarse hacia el ballet o el patinaje artístico.
- Sugiere opciones que funcionen tanto para los que gustan del deporte individual -gimnasia, natación, patinaje, artes marciales o equitación- como para los que prefieren el juego en equipo.
- Alienta otras actividades no deportivas para edificar el espíritu del trabajo en equipo. Participación en coros u orquestas, actividades voluntarias y todas aquellos juegos que fomenten la solidaridad entre los participantes.
- Apóyalo, pero no lo presiones. Si tu hijo tiene interés en ciertas actividades, no asumas inmediatamente que estás ante un futuro campeón olímpico. Tu hijo sólo puede querer jugar tenis sólo por diversión.
- Sé un buen ejemplo para tus hijos. Sal a caminar, ve a nadar o suscríbete a una clase de fitness.
- Recuerda que tus hijos pueden no interesarse en los deportes que te gustaban en tu juventud. Déjales seguir su propio camino. Lo importante es que se mantengan activos y en estado.
Consejos
- Si tus chicos son lo suficientemente grandes, considera realizar una conferencia familiar sobre salud física. Discute varios tipos de actividades, enumera las ventajas y las desventajas, y ayuda a tus hijos a decidir qué actividad realizar, ya sea en forma individual o con la participación de toda la familia.
- El equipamiento es importante. Antes de enviar a tu hijo a realizar una actividad física, averigua cuánto costarán los equipos y la indumentaria, y cuán a menudo será necesario reemplazarlos.
- Recuerda que un chico preadolescente no debería involucrarse en actividades que comprendan el levantamiento de pesas. Si tu hijo parece interesado en este tipo de actividades, consulta primero con el pediatra.
- Algunos chicos no están hechos para el trabajo en equipo. Esto es así de sencillo. No obstante, existen muchas otras actividades que pueden hacer.
- En cualquier caso, el rechazo a las actividades atléticas por parte del niño no debe causar fricciones en el ámbito familiar.
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