Respuesta:
La adolescencia es el periodo de transición de la infancia a la adultez, y como tal implica que el niño va dejando las cosas de la infancia atrás (y eso cuesta, y es necesario hacer un duelo por ellas) y va encontrando poco a poco otras, que tiene que aprender a enfrentar y manejar, ante todo superando el miedo a lo desconocido y a las cosas nuevas que va sintiendo y a los cambios en su cuerpo que se van produciendo.
Todo esto hace del miedo a crecer una característica frecuente (y normal) de la pubertad.
Lo fundamental, es entonces, poder acompañar a su hijo en este proceso, "estando ahí" cuando los necesite para contenerlo y darle seguridad, pero sin invadirlo ni coartarle ese "despegue" al que poco a poco se tiene que ir acostumbrando (es decir, contener y apoyar sin sobreproteger).
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