Las neuralgias son dolores bastante cortos, eléctricos, de pocos segundos de duración, y pueden localizarse en cualquier parte. Se trata de un dolor muy característico, intermitente, de muy corta duración y características eléctricas.
No responde a los analgésicos comunes, por lo que para su tratamiento es necesario suministrar medicamentos específicos para estas afecciones, antidepresivos o antiepilépticos. Cuando no hay respuesta farmacológica, se necesita un tratamiento quirúrgico.
Dentro de las cefaleas se encuentran las migrañas, de consulta muy frecuente. Constituyen una enfermedad hereditaria y benigna, raramente se complica, y suele aparecer en la mujer cuando se desarrolla, con las primeras menstruaciones y tiende a desaparecer con la menopausia.
Pueden tenerla también los hombres, pero no es tan claro cuándo aparece o desaparece. Los episodios son muy molestos, en un costado de la cabeza, que late y da náuseas, molesta la luz, la televisión, y pueden presentarse trastornos visuales.
Esos dolores, en general, tienen distintos tipos de tratamientos, de acuerdo con la frecuencia de su aparición. Con una entrevista al médico suele ser suficiente para esclarecer el diagnóstico e iniciar el tratamiento.
Si está empezando a aparecer el dolor de cabeza, es importante hacerse algún estudio para descartar otra patología y llegar al diagnóstico de migraña. La detección es más sencilla cuando se tiene un antecedente familiar.
Si el dolor es muy frecuente, se ataca la enfermedad con una medicación todas las noches. El dolor puede ser frecuente por meses y otros meses no aparecer.
Cuando los dolores son poco continuos, se trata en el momento, con una determinada medicación. La migraña puede dejar a la persona fuera de circulación de la vida normal por uno o dos días, por las náuseas y la crisis que viene después.
Se suelen aplicar dos tratamientos simultáneos: uno que se da todas las noches y otro en forma rápida, en el momento de achaque. No existe cura definitiva.
Dolores neuropáticos
Hay un grupo de enfermedades que producen lo que se llama dolor neuropático. Es muy distinto de todos los dolores. El dolor es una defensa del organismo, una alarma que avisa que está sucediendo algo malo.
Hay enfermedades neurológicas en las cuales no hay ninguna amenaza, sino que lo que funciona mal es el dolor —es decir, la alarma está descompuesta—.
Un caso típico es el dolor de la neuropatía diabética. Mucha gente tiene diabetes que tiene diabetes siente dolor en las piernas, en las manos, como si estuvieran anestesiados, un acaloramiento en la piel.
Suele suceder cuando la persona está quieta, en la cama, antes de dormir. Es un dolor quemante, en los pies y en las manos. Son dolores crónicos y no responden a los analgésicos porque las fibras nerviosas que corren por las piernas y las manos están afectadas.
En los últimos tiempos, hay avances en lo referente al tratamiento: un medicamento que sirve para estabilizar las membranas.
Son pocos los que están diseñados para ese dolor, la mayoría son medicamentos prestados de otras enfermedades, como antiepilépticos o antidepresivos.
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