¿Cuál es la frecuencia?
Todos tenemos inseguridades. Todos sentimos curiosidad por la frecuencia sexual de los demás, y preguntamos. ¿Cuál es el promedio? ¿Estamos debajo de la media? ¿Cuánto lo hacen nuestros vecinos, compañeros de trabajo y amigos?
El tema de la frecuencia sexual es siempre un asunto relevante. Sobre todo, deseamos cumplimentar las expectativas de normalidad y, si es posible, superar la frecuencia promedio.
Es posible que ella hable de esto con sus amigas siempre que sienta que está teniendo sexo en demasía o a cuenta gotas.
¿Lo contará ella a sus amigas? Sí.
Las mujeres pueden volverse inseguras acerca de sus relaciones y usar el barómetro de la frecuencia sexual para medir el estado de una relación.
Tener sexo con gran frecuencia puede ser, en cierta forma, aburrido, y podría desembocar en una especulación en lo referente a la comodidad y al interés en la relación.
Si la frecuencia sexual disminuye, ellas pensarán que han perdido su atractivo, que han sido reemplazadas, o que están siendo engañadas.
Asimismo, las mujeres podrían sentirse abrumadas si el sexo se incrementa en una cantidad ampliamente superior a sus expectativas. En cualquier caso, ellas mirarán hacia sus amigas en busca de apoyo y consejo.
¿Hay falta de comunicación?
Si no te comunicas con ella o no respondes a sus demandas y deseos, entonces prepárate a que sus amigas estén al tanto. Un compañero incomprensivo puede ser una fuente de frustración y, sin dudas, una mujer buscará descargarse en los oídos de una amiga.
¿Lo contará ella a sus amigas? Sí.
La falta de comunicación en la cama es un tema urticante. Si las mujeres sienten ignoradas en la cama, podrían negarse a escuchar a sus parejas en otros ámbitos.
Las amigas serán consultadas en cuanto a cómo hacer para comunicarse con una persona que parece no tener oídos. En este sentido, ellas simplemente estarán buscando y necesitando personas que las escuchen.
Las amistades son el mejor conducto para evacuar angustias y recibir consejos, pero ten en cuenta que si tú no escuchas sus deseos y necesidades en la cama, alguien más lo hará.
Lenguaje subido de tono
El sentido común dice que las mujeres son distinguidas y no pueden ser rebajadas a la vulgaridad. De hecho, muchas se sienten incómodas al participar de esta clase de conversaciones obscenas dado que no saben que decir y, a menudo, terminan sintiéndose extrañas y ridículas.
¿Lo contará ella a sus amigas? No.
Es una regla: las mujeres pueden discutir el hecho de haberse involucrado en cierto tipo de conversación "hot" y explícita; sin embargo, las palabras textuales no serán repetidas, al menos que se haya dicho algo gracioso.
En general, las mujeres no andan contando a sus amigas cómo su hombre inventó una "poesía" sobre sus pechos. Las especificaciones, en estos casos, no suelen presentarse.
¿Cuál es tu fetiche?
Una vez más, se trata de establecer la normalidad o la desviación. Si las mujeres comparten este punto con sus amigas, podrían estar sintiéndose un poco intimidadas por el fetiche, podrían sentirlo inadecuado para sus deseos y necesidades, o podrían estar buscando una salida discreta para algo que aún no están preparadas para disfrutar.
¿Lo contará ella a sus amigas? No.
La vergüenza podría ser muy grande y el tema de conversación demasiado controversial como para andar divulgando. Las mujeres no quieren ser vistas en forma distinta a sus amigas, especialmente cuando esta diferencia tiene que ver con lo que ocurre en sus dormitorios.
¿Cómo es el después?
Lo que el hombre hace después del sexo tiene repercusiones en la cabeza de su mujer. Con frecuencia, las mujeres preguntan: ¿Se durmió? ¿Se abrazaron por cinco minutos y luego se fue? ¿Se quedó toda la noche?
¿Lo contará ella a sus amigas? Sí.
Las mujeres pueden sentir la necesidad de contar a sus amigas lo que ha ocurrido después de un encuentro romántico. Ellas quieren opiniones que confirmen sus sospechas, eliminen sus preocupaciones, o confirmen sus deseos felices.
El golpe emocional se hace sentir cuando el hombre se va ni bien terminado el coito. Las mujeres repetirán conversaciones en sus cabezas buscando esa palabra que sugiera otro encuentro y lo harán coincidir con las actitudes “sospechosas” del hombre.
Todas estas variables son examinadas y discutidas con sus amigas. En cualquier caso, ten cuidado de las señales verbales y no verbales que das en tu salida. Al menos que la mujer esté buscando sólo sexo, no verá con buenos ojos una salida repentina.
Continúa leyendo para saber si, para ellas, importan el tamaño y tu técnica…
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