La
inseguridad
de nuestras calles, robos y crímenes terminaron creando un negocio
preventivo millonario que comprende cerca de 1000 agencias de investigaciones y
seguridad privada, y moviliza un total de 800 millones de dólares.
Para
las agencias, los trabajos que dejan mayor ganancia están en las empresas que
los contratan para investigar los robos en las empresas, aquellos que se van
produciendo lentamente cada día según una rutina diaria, comúnmente llamados
“robos de tipo hormiga”.
Y en
segundo lugar, se encuentran los casos en los que se sospecha deslealtad marital
y la búsqueda de personas, las que
son buscadas por las localidades más remotas del país.
El
trabajo del investigador privado surgió a partir de la necesidad de la gente
que sospechaba que se estaba efectuando algún delito y necesitaba descubrir su
origen.
A modo personal, tenía que verificar en hechos las sospechas a faltas a
la verdad y a modo empresario, resolver un faltante de mercadería o dinero.
Muchas veces, estos trabajos no los podía hacer el involucrado en persona, y necesitaba de la participación de otra ajena a la situación que
averiguara los pormenores del
delito, en
ocasiones presentándose bajo una nueva identificación.
A modo operativo, el
investigador puede realizar su tarea de modo independiente o ser parte de una agencia, las cuales en su generalidad, también realizan trabajos de
vigilancia y seguridad personal.
Son
las mismas empresas las que solicitan un servicio de investigación cuando
registran sospechosas pérdidas de dinero.
Sobre todo en los robos tipo hormiga:
cuando hacen el balance a fin de año notan que les falta mercadería y entonces
deciden llamar al investigador para que realice un seguimiento a los
transportistas.
Otras veces se introducen en las compañías como empleados
nuevos para estudiar de cerca el desenvolvimiento diario del trabajo.
Una de las
técnicas para introducirse sin ser sospechados es responder a un aviso en el
diario (publicado en connivencia con el dueño de la empresa) que solicita
trabajadores para determinado trabajo.
También
las agencias se dedican a investigar cuando los padres desean saber cuáles son
los lugares que frecuentan sus hijos, los motivos por los que llegan tarde y por
ello, les piden que realicen un seguimiento de las amistades que tienen.
Sin
embargo, uno de los casos más frecuentes que reciben es el de pareja, cuando
uno de los dos sospecha de infidelidades de otro y recurre a una agencia para
asegurarlo.
En
nuestro país la tarea del investigador es privada, a diferencia del detective que trabaja
para el estado resolviendo los casos de crímenes.
¿Quién
está habilitado para poner una agencia de investigación privada? Cada
provincia regula a través de la Policía, Gendarmería y Prefectura la manera
en que la empresa de investigadores puede trabajar dentro de su jurisdicción.
Pero la habilitación no se la otorga a la compañìa, sino a su director técnico
ejecutivo, que puede ser un policía militar retirado o abogado.
En
cuanto a el costo de los servicios y el porqué de su abultada facturación,
algunos precios son los siguientes: en muchos casos, las investigaciones por
deslealtad conyugal se cobran entre 20 y 30 pesos la hora con un mínimo de
servicio de cuatro horas más a 80 centavos por kilómetro recorrido.
En el caso
de un servicio de cacheo en una empresa, se paga 5,20 pesos la hora con un mínimo
inamovible de cuatro horas.
También hay agencias que alquilan sus equipos de cámaras
ocultas a 700 pesos más IVA la jornada, varios canales de televisión suelen
solicitar sus servicios para este tipo de trabajo. En un momento de inseguridad
delictiva, sus servicios son se solicitan con mayor frecuencia.
El
mayor inconveniente con que se pueden encontrar los investigadores es que la
persona que les encargue la investigación no quiera saber la verdad (sobre todo
en un trabajo de deslealtad conyugal). Pero eso, es parte de su oficio.
En
todos los casos, el investigador se remonta al estudio del pasado para entender
qué está sucediendo en este momento, resolviendo los dilemas desde el lugar
del misterio.
Por eso, debe encargárselo a una persona espontánea, ingeniosa,
y preparada para adaptarse a diferentes situaciones y lugares, que debe saber cómo
vestirse y hablar según las distintas situaciones.
Mayormente es un trabajo que
depende de la propia capacidad, y se aprende sobre todo en la calle, o con las
experiencias de los compañeros. No hay reglas fijas, cada situación es nueva y
tiene sus propias incógnitas a resolver.
Pero
todo negocio tiene su límite, aquí es no invadir el derecho a la intimidad de
las personas. Las agencias pueden ser demandadas penalmente por la persona
investigada si considera que violaron su intimidad.
Un método
para resolver la inseguridad y sus misterios desde el ámbito más local.