Insomnio en mujeres, mujeres con insomnio

Las mujeres suelen tener una conjunción de ocupaciones: la familia, el trabajo, la casa. Y al tratar de ser eficiente en todo a veces el organismo pasa factura...

Mujeres, responsabilidades e insomnio

Muchas mujeres liberan su imaginación y calificarían como  maravilloso que el día tuviera 28 horas. Pero es posible suponer que ellas no  destinarían esas horas extra a su vida personal.

La realidad de las mujeres que conjugan el rol de madre y esposa con un trabajo, tiene siempre listas de cosas para hacer. El tiempo nunca les alcanza y suelen despertar  en medio de la noche acosadas por sus obligaciones. Y así interrumpen su sueño, sin lograr conciliarlo más tarde.

A esto se le añaden aspectos inherentes a la función femenina, según la edad, como cambios hormonales, ciclos menstruales, la menopausia, el embarazo y nacimiento del bebé, situaciones todas que cambian el ritmo nocturno.

Una investigación de la Fundación Nacional del Sueño confirmó  que el 63% de las mujeres presenta dificultades para conciliarlo, y  que el 30% duerme siete horas por noche, cuando los especialistas aconsejan dedicarle algo más de tiempo al descanso nocturno.

Muchas mujeres le quitan horas al sueño con el objetivo de rendir más, pero sucede lo contrario, porque su lucidez varía y esto no facilita su desempeño.

Insomnio y obesidad

Para aquéllas que dan prioridad a su figura, no dormir lo suficiente también influye negativamente, ya que al dormir menos de cinco horas diarias  tienen un 50% más de probabilidades de subir considerablemente de peso debido a los cambios hormonales desencadenados por el no dormir.

Es una realidad que algunos hombres sufren insomnio, pero las mujeres son más proclives a esta problemática. Mientras carguen con más responsabilidades, más horas le sacrificarán al sueño para cumplirlas.

Es así  como la falta de descanso convierte a ciertas mujeres en personas irritables,  nerviosas, ansiosas o deprimidas.

Y este malestar psicológico repercute en la salud física, con consecuentes molestias corporales, dolores de cabeza y un estado general de tensión.

También la vida de pareja resulta perjudicada, porque cuando la mujer termina con sus tareas por la noche sólo desea zambullirse en la cama y reencontrarse con su almohada, antes que con su pareja.

El sueño reparador es imprescindible para poder pensar, coordinar, organizarse, actuar  y cumplir con la actividad programada. Además ayuda a gozar de la vida en un sentido general, de la pareja y de todo tipo de vínculo afectivo.

El buen dormir permite reparar el cuerpo y la mente, y después de una agotadora jornada brinda una gratificante sensación de energía. La falta de sueño desgasta y va contra  la buena calidad de vida.

Como reflexión final, cabe pensar que es prioritario organizar el día de manera que se dejen de lado las preocupaciones a la hora de ir a dormir,

Escribir lo que queda pendiente para mañana es una buena opción para no retenerlo en la mente y lograr dormir   las ocho horas diarias que por lo general una mujer necesita para recomponerse y empezar el nuevo día en el mejor y más renovado de los estados físico y anímico.

Por Lic. Marisa Mason
Psicóloga
www.psico-asistencia.com

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