Ataques de pánico, y otras enfermedades de la modernidad
En la actualidad existen distintos tipos de patologías, podríamos denominarlas: personales, familiares, sociales, laborales y porque no las hipocondríacas.
Obviamente que las tres primeras están asociadas entre si, pues el individuo interactúa en un medio social y es así que tenemos la enfermedad laboral producto del tipo de labor que el hombre realiza, cada especialización, cada trabajo tiene como consecuencia su grado patológico.
Pero también se relaciona con su medio de trabajo, con su entorno y sufre sus consecuencias por el hecho de participar en esa comunidad; así tenemos las presiones (tema muy común hoy), los miedos por las reducciones de personal, la fatiga por laborar tiempos excesivos, etc.etc.
Las empresas generan depresiones, pues las nuevas tecnologías o la exigencia de trabajadores polivalentes que asumen mayor cantidad de competencias y que no tienen sus funciones bien delimitadas, son algunas de las causas que los expertos más vinculan con la depresión:
Pero también pueden resaltarse la inadecuada organización del trabajo o incluso malas relaciones interpersonales entre compañeros o entre jefes y subordinados.
También existen motivos de depresión menos conocidos como la monotonía de ciertas tareas.
Por ejemplo en la Unión Europea se ha descubierto que los directivos no son los más afectados por este mal. El trabajador base padece mas estrés que sus jefes y el numero de trabajadores que padecen depresión esta cada vez mas relacionado con este primer síntoma.
Mobbing (acoso laboral), burn out (estar quemado), workaholic (adictos al trabajo) son términos que relacionan trastornos psicológicos y trabajo.
Es así como actualmente en esa región, el estrés laboral no solo preocupa a los expertos en salud laboral sino también a los managers, ya que además de afectar la salud de la plantilla repercute negativamente en las ganancias.
En el medio social, el hombre también vive las vicisitudes o consecuencias de los actos de gobierno: que aumentan los impuestos, los servicios, los alimentos, los combustibles y cada vez el sueldo, que no aumenta, alcanza menos.
Es entonces que debemos rever la economía familiar y achicar gastos, prohibirnos de cosas, decir no cuando no queremos decirlo, lo que se traduce como un desmejoramiento en la calidad de vida y por consiguiente roces o conflictos a nivel familiar.
Esta patología familiar, si no hay lazos fuertes que mitiguen los avatares de la vida, terminan indefectiblemente en discusiones hirientes, roces y peor aún en una disolución conyugal.
Y que pasa con el individuo que habiendo atravesado parte o todas estas patologías se tiene que enfrentar al día a día. Es lógico de pensar que algún problema debe tener y ni que hablar de las noticias que los medios se encargan de invadirlo.
Pero bueno, no ahondemos mas en estos tipos de enfermedades que a decir verdad tendríamos horas y horas para charlar, solamente quiero con esta breve reseña hacer una introducción al tema central del articulo que es la preocupación de muchos colegas y la angustia de muchas personas que atraviesan el mal común de nuestro tiempo, que es nada mas ni nada menos que El Ataque de Pánico.
El ataque de pánico se manifiesta como una sensación muy profunda de temor y miedo indiscriminado que no tiene un objeto muy preciso, salvo los casos de trauma debidamente fundados.
Esta aparición temporal y aislada de miedo y malestar intensos, es acompañada de otros síntomas físicos y psíquicos.
Crisis de pánico
Algunos síntomas de un ataque de pánico se pueden resumir de la siguiente manera:
ØPalpitaciones o Taquicardia.
ØSudoración.
ØTemblores
ØSensación de ahogo.
ØSensación de atragantamiento.
ØOpresión o malestar toráxico.
ØNauseas o malestares abdominales.
ØInestabilidad, mareo o sensación de desmayo
ØDesrealización o despersonalización.
ØMiedo a volverse loco o descontrolarse.
ØMiedo a morir.
ØParestesias (hormigueos o entumecimientos).
ØEscalofríos o sofocaciones.
Cuando las crisis se repiten es probable que la persona sufra de trastorno de pánico (obviamente que el diagnóstico debe ser realizado por un profesional).
Este trastorno fue descrito por primera vez en 1964 y recién en el año 1992 la OMS (Organización Mundial de la Salud) lo incluyo en su clasificación internacional de enfermedades.
Pero ya en el año 1896 el Dr. Sigmund Freud atendió por primera vez a una paciente, Catherine, sobre este síntoma.
¿De que se defiende una persona en un ataque de pánico? , la conciencia no tiene un objeto definido, entonces tiene miedo a todo, por eso es pánico.
Se disparan mecanismos relacionados con lo que el cuerpo hace y construye para defenderse, pero el verdadero enemigo esta adentro.
La aparición del trastorno puede estar relacionada con procesos orgánicos y situaciones vinculares. La presión de la vida moderna, la inestabilidad económica y la inseguridad social pueden ser disparadores.
Trastorno de pánico: ¿será o no será?
Pero muchas veces se caracterizan como ataque de pánico cuadros que no lo son. Se trata de momentos de angustia o situaciones de temor.
Son las personas quienes mejor describen su sufrimiento y es a raíz de ese dolor que realizan una consulta con el médico, pero es el profesional quien diagnosticará entonces si el cuadro responde a un ataque de pánico.
¿Qué hacer entonces frente a este problema concreto y moderno?
Pues bien, desde el clásico tratamiento psicoterapéutico, pasando por la medicación psiquiátrica, los ejercicios de relajación mental, reducción del stress y los grupos de ayuda, son herramientas validas para hallar la cura a esta dolencia. Incluso cierto tipo de gimnasia (Yoga, Reiki, etc.) suele ser beneficioso porque el contacto con el propio cuerpo reduce el nivel de fantasía.
También hay instituciones dedicadas a brindar orientación a pacientes que sufren trastornos de ansiedad como ataques de pánico, obsesión y depresión.
Una de ellas es la Fundación Fobia Club Argentina que para quienes lo deseen o sientan la necesidad de informarse pueden hacerlo visitando la página Web: www.fobiaclub.com
El Instituto Sacre Coeur tiene un programa de Reducción del Stress, a cargo de la Licenciada Carina Mitrani, que esta muy bueno y ayuda desde lo grupal a poder manejar esos síntomas.
Existe mucho material al respecto que uno puede consumir de acuerdo a sus necesidades, recuerdo una película que habla sobre el tema y que se titula Copycat que seguramente se encuentra en los videoclubes y es muy recomendable.
A menudo es la soledad lo que fomenta los fantasmas de la mente, Es bueno poder conversar, contar con gente a quien acudir y sentir cierta confianza. Eso siempre ayuda.
El Ataque de Pánico, la enfermedad del momento o la enfermedad del miedo como titulé a este articulo, es ni más ni menos una situación que no hemos buscado, que solo nos pasa por formar parte de esta sociedad enferma o por estar atravesando situaciones personales dolorosas y que seguramente no seamos merecedores de pasar por ello, pero para los que lo sufrimos es un nuevo desafío que nos presenta esta vida moderna.
Por Lic. Andrés Alegre
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