Frases célebres de políticos y
otros personajes públicos
Y el sujeto se lavó las manos como Pitágoras.
Perón quemó Roma.
A veces hay que dar un paso al costado para avanzar
tres al frente.
¡Por fin tenemos un presidente que no es tan
corrupto!
Para analizar este problema tenemos que constituir
una comisión hot dog.
Dentro del partido Colorado cada uno tiene su talón
de Ulises.
No voy a acompañar la homosexualidad, en mi partido
yo no voy a llevar adelante ni habilitarles la
puerta. Me gusta la posición adelantada, la posición
atrasada es la que no me gusta.
Hasta en la cárcel somos mayoría.
La primavera no se hace solo, una golondrina
tampoco.
A la oposición nada le gusta, nada le conforma. Los
opositores son como el perro de Don Ortellado. No
comen ni dejan comer.
Y como dijo Martín Fierro, ladran Sancho, señal que
cabalgamos.
Yo no torturaba a los presos, sólo les pegaba con
sable.
Esa es la investidura que invisto yo.
No, no tenemos por qué rasurarnos las vestiduras.
Y las elecciones municipales fueron las más
fraudulentas conocidas. La elección fue una elección
in vitro.
Y para que todo llegue a feliz cúlmino.
Es indispensable achicar el aparato del funcionario
público.
El acto no está prohibido. Lo que pasa es que la
entrada está prohibida nomás.
No hay dudas de que acá hay gato incendiado.
Y el tribunal no le hizo caso omiso a las pruebas
presentadas.
Hemos hecho todas las averiguaciones, buscamos por
todos lados y no encontramos a la chica ni a su
cuerpo.
Me abongo'. P.D.: Abongo: dícese de la capacidad de
oponerse políticamente en dialecto tribalista
africano
¿Por qué estos van a pedir la renuncia de un
presidente insípido, qué se creen? Está bien lo que
hace el presidente, porque hay que ser y no
aparecer.
Hay que aparentar un mínimo de cultura, y en caso
contrario no aparecer. Y ahora somos los únicos
solitarios en la punta de la tabla de posiciones.
Yo lo que quiero es que no quiero que me hagan caso,
por que yo se lo que quiero.
Humberto, Humberto, dispararon el globo de Guillermo
Caballero Vargas con un rifle de aire acondicionado.
Lo cortés no quita lo bailado.
Ya no voy a ir mas a las sesiones del Directorio por
que se parecen a Sodoma y Gamarra.
El presidente norteamericano, Clin Binton.
No le pidas peras al horno.
Nos levantamos de entre las cenizas como el gato
Felix.
La oposición se encuentra entre la capa y la espada.
Que los Reyes Magos, Melchor, Gaspar y Salazar
llenen los hogares de muchos regalos y felicidad.
Yo digo que si no es nene, va a ser nena.
Es difícil negociar con los directivos del banco,
son ellos los que tienen la sartén en la manga.
Enviado por Oscar. ¡Muchas gracias!
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Aprender a vivir
Al
primer año de nacido aprendí lo importante que es un
juguete. sobre todo si sabe rico.
A los 3 años, aprendí que duele mas una palabra que
un golpe.
A los 4 años aprendí lo interesante que puede ser un
rompecabezas.
A los 5 años, aprendí que a los pececitos dorados no
les gustaba la gelatina...
A los 6 años, aprendí que bañar a las tortugas con
agua caliente las mata aunque huelan feo.
A los 7 años, aprendí lo confortante que se siente
un abraso de papa o mama cuando me daba miedo o
simplemente cuando sentía que necesitaba sentirme
amado.
A los 8 años, aprendí que no todo se puede arreglar
con un berrinche.
A los 9 años, aprendí que mi profesora sólo me
preguntaba cuando yo no sabía la respuesta.
A los 10 años, aprendí que era posible estar
enamorado de cuatro chicas al mismo tiempo.
A los 12 años, aprendí que, si tenía problemas en la
escuela, los tenía más grandes en casa
A los 13 años, aprendí que, cuando mi cuarto quedaba
del modo que yo quería; mi madre me mandaba a
ordenarlo
A los 15 años, aprendí que no debía descargar mis
frustraciones en mi hermano, porque mi padre tenía
frustraciones mayores... y la mano más pesada.
A los 16 años, aprendí que mi hermana no era mi
mayor enemiga. y que podía ser mi mejor confidente.
A los 17 años, aprendí que emborracharte no siempre
es el mejor sentimiento, (menos al otro día) y que
no es la mejor forma de solucionar los problemas.
A los 18 años, aprendí que no valía la pena discutir
con mi madre.
A los 19 años aprendí lo que duele dejar a alguien
que amas.
A los 20 años, aprendí que los grandes problemas
siempre empiezan pequeños.
A los 21 años, aprendí que un libro puede llegar a
ser una buena compañía.
A los 22 años, aprendí que si encuentras a la mujer
adecuada te puede enseñar a amar.
A los 23 años, aprendí lo que es extrañar a alguien
y lo grato que es volverlo a encontrar.
A los 24 años, aprendí que con el tiempo las cosas
se miran de una forma diferente.
A los 25 años, aprendí que aunque me quería comer el
mundo aun me faltaba mucha experiencia.
A los 27 años, aprendí que él titulo obtenido no era
la meta soñada.
A los 28 años, aprendí que se puede hacer, en un
instante, algo que te va a hacer doler la cabeza la
vida entera.
A los 30 años, aprendí que se necesita mucho amor,
paciencia y inteligencia para vivir con alguien.
A los 31 años, aprendí lo que es ser padre y me
empecé a dar cuenta de lo que eso significa.
A los 33 años, aprendí que a las mujeres les gusta
recibir flores, especialmente sin ningún motivo.
A los 34 años, aprendí que no se cometen muchos
errores con la boca cerrada.
A los 35 años, aprendí que puedes deprimirte como
cuando tenias 17 años y eso no esta mal. solo
significa que estas empezando a pensar en ti mismo.
A los 36 años, entendí que mi madre no va cambiar y
sigue siendo inútil discutir con ella.
A los 37 años, comprendí lo lejos que estaba de
saber quien era.
A los 40 años, aprendí que, si estás llevando una
vida sin fracasos, no estas corriendo los
suficientes riesgos.
Enviado por Virginia. ¡Muchas gracias!
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