Las abuelas de hoy son gerentes de corporaciones, profesoras de la universidad, estrellas de cine, así como también mujeres jubiladas y retiradas; las abuelas de hoy, parte de la explosión demográfica ocurrida después de la II Guerra Mundial, tienen importantes diferencias entre ellas y sus propias abuelas: pueden hacer cualquier cosa que deseen.
Abuelas y nietos: un lazo muy especial; en un aspecto, sin embargo, las abuelas probablemente nunca cambiarán; no importa su elección de vida, nunca dejarán de tener ese lazo de unión con sus nietos, y tenerlos como lo más importante de sus vidas. Los estudios sugieren que la socialización entre las abuelas y los nietos conduce a ese especial tipo de relación.
Incluso en el mundo occidental, donde los estereotipos sexuales han disminuido perceptiblemente en los últimos veinte años, las mujeres todavía tienden a poner más énfasis en los vínculos familiares que los hombres, porque ellas se esfuerzan por mantener los enlaces intergeneracionales, por medio de cartas, conversaciones telefónicas y visitas; es la mujer quién todavía toma la responsabilidad de documentar y conmemorar los hechos familiares, sus fechas y acontecimientos.
Se cree que estas características en las mujeres las hacen más cercanas con las abuelas que con los abuelos, y los nietos están también más cercanos a las abuelas por la línea materna que con las abuelas por la vía paterna. Esto se explica porque la mujer está, tradicionalmente, más cerca de sus padres, en comparación con la cercanía que tiene un hombre con sus padres.
El enlace entre la abuela y el nieto es enriquecedor para todos; para la abuela, la alegría de compartir su amor con los seres que más quiere en el mundo, y para el nieto, una forma de crecer junto a alguien que le regala todo su afecto y lo atesora con hermosos recuerdos. A las abuelas se les dedica un día muy significativo en la tradición latina, el Día de las Madres, donde se les incluye por ser un fuerte y ejemplar lazo entre las generaciones.
Los abuelos de hoy… una nueva función realza a los adultos mayores, la tarea y el placer de criar a sus nietos, en tiempos donde los padres trabajan, dedicándose a ser una escucha permanente de los nietos. En la actualidad, los abuelos juegan un papel muy importante en las vidas de sus nietos, porque encuentran los recursos para preservar el lazo afectivo con sus hijos, incluso a través de la distancia; también colaboran en las situaciones cotidianas, como cuidar de los nietos, vigilar la seguridad de la casa, etc. además de ser un nuevo sostén para los chicos.
Los abuelos, además de dar “leche y galletitas”, gozan con los nietos el proceso del envejecimiento haciéndolo más alegre; es la única relación en que unas personas aman a las otras simplemente porque respiran, hablan y crecen, y además se sienten requeridas por los nietos que buscan su cuidado y afecto a cada momento.
Los abuelos de hoy proporcionan galletitas, leche, pastel, historias antes de acostarse, y los abrazos calurosos tal como hacían los de antes; sin embargo, los adultos mayores de hoy, también cumplen otras funciones importantes para las familias jóvenes actuales. Ante separaciones, divorcios de los padres, ante el hecho de que hoy en día las madres juegan un papel activo saliendo a trabajar, los abuelos del tercer milenio, tienen un rol fundamental: los niños necesitan más que nunca de la estabilidad que los proporcionan, su tiempo y protección.
“La abuela tiene tiempo para mÍ”, frase atesorada por los chicos de las familias de hoy, que son más ocupadas que en otras épocas; cuando la madre y el padre están trabajando fuera de la casa, ellos tienen que pasarse tardes y fines de semana a su cuidado, poniéndose al día en los quehaceres domésticos. Aquí entran al rescate los abuelos, quienes brindan compañerismo, escuchándoles y brindando quizá, un estilo de vida más tranquilo; por eso los nietos sienten que los abuelos tienen tiempo para dedicar solo a ellos.
También existe la categoría de los “abuelos a distancia”, que por situación geográfica, deben usar otros métodos para comunicarse con los nietos, aunque algunos de esos métodos son costosos, hay otros prácticamente económicos; entre los recursos tradicionales están las cartas, llamadas telefónicas y visitas; y entre los recursos actuales, la telefonía celular, (aprovechando la potencialidad de Internet), los correos y las charlas electrónicas, las grabaciones con mensajes de voz, las fotografías y películas, con las que se puede crear una página familiar cibernética, lo que hace las veces de espacio privilegiado de intercambio y transmisión. Cualquiera que sea el recurso posible, hay que aprovecharlo para mantener el contacto y la conexión, lo que ayuda a ambas generaciones.
En muchas familias perdura la costumbre de vacacionar con los “abuelos a distancia”, para renovar los lazos y disfrutar así de la compañía mutua, recrear recuerdos y formar otros nuevos.
Así como con gran derecho se festeja el Día de los Padres, año tras año, como muestra de afecto, en el Día del Abuelo, los nietos pueden demostrar cuánto aman y aprecian a quien les dedica tiempo y atención, rodeándolos de afecto incondicional. Los padres podrán fomentar en sus hijos el agradecimiento hacia los abuelos, y fortalecerán el lazo de unión para que recuerden a los abuelos como guía y permanente compañía.
Dentro del marco presentado de miel y galletitas en la relación de abuelos y nietos, existe una situación que puede generar conflictos, es el fijar límites, ya que, generalmente se consienten conductas no aprobadas por los padres, quienes se quejan de excesivos mimos y tolerancia; para no crear confusiones y evitar problemas, los padres y abuelos deben ponerse de acuerdo en ciertas reglas y permitir flexibilidad; así la casa de los abuelos seguirá siendo un sitio para disfrutar, los abuelos de las visitas de los nietos y ellos, recibiendo más leche y galletitas!
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