Existen
diferentes formas de estimular el lenguaje, pero sin duda la mejor es hablándole
mucho a nuestros hijos.
Lo mejor es
aprovechar mientras los niños están jugando.
Debemos comenzar
con la estimulación desde que el bebe nace, obviamente con un lenguaje
comprensivo.
Una forma de comunicación que se establece es por ejemplo, con los
gestos y el habla adecuada y clara.
Otra cosa que
podemos hacer es estimular el soplo, porque mientras nosotros hablamos tenemos
que controlar el aire, y es muy importante que los niños se acostumbren a
hacerlo.
Algo que es
importante para que puedan hablar bien es aprender a masticar, porque necesitan
ejercitar los músculos de la boca.
Otro estilo de
ejercicio puede ser todo aquel que los obligue a sacar la lengua, ya que muchos
de los trastornos del lenguaje que pueden aparecer después están ligados a que
no elevan correctamente la lengua
Todos estos
ejercicios ayudan a disminuir los ulteriores problemas de lenguaje. Esta
estimulación debe ser corta en un principio, pero a medida que van creciendo
podemos trabajar de 15 a 20 minutos, porque son ejercicios muy recreativos.
Al año deberían
tener 5 palabras, 6 meses después más o menos deben tener 20 palabras, pero esto
depende de cada niño.
Recién a los 2 años, si se espera que pueda aprender a
construir frases y a los 5 años ya debe haber terminado de desarrollar su
lenguaje, y por lo tanto tener una mejor articulación.
Si a esa edad el
niño no está hablando de la manera correcta, recién ahí se plantea una terapia
de lenguaje, de igual manera que si al cumplir los 2 años ustedes notan que
tiene dificultades. Esto no es nada malo, simplemente es una ayuda para sus
hijos.
Un dato
práctico: la mayoría de los niños comienzan a decir papá antes que mamá, y las
madres muchas veces se quejan por esto.
Pero que ocurre es que cuando los niños
comienzan a emitir sonidos empiezan por sonidos explosivos (la P sale más fácil
que la M).