El informalismo, o el arte en todo

Todos somos maestros de la pintura, para este movimiento contemporáneo.

Los
movimientos informalistas se van generando después de la Segunda posguerra,
extendiéndose en los últimos lustros, acentuando la tendencia latente de
muchas obras de arte anteriores hacia lo intensamente deformado, hacia la
inserción en espacios topológicos donde la armonía de proporciones no tiene
significación ni razón de ser.

Buscan
la expresión directa, no deformada por la cultura.

Atacan
a la noción tradicional de belleza.

Se
manifiesta enemigo de las ideas en la pintura.

Algunos
valores tenidos durante mucho tiempo como seguros e indiscutibles, comienzan a
aparecer como dudosos, por no decir completamente falsos.

Y
otros que se olvidaban, o que se tenían incluso como despreciables, se revelan
de golpe como precisos.

Esto
se debe, en gran medida, al mejor conocimiento que desde hace cincuenta años
tenemos de las civilizaciones llamadas primitivas, así como de sus maneras de
pensar.

Las
producciones de su arte han interpelado y preocupado profundamente al publico
occidental.

Cuando
un proceso posee un carácter negativo, en la cultura humana, la involución
suele implicar también avances.

Así
la abstracción, a cambio de abandonar el mundo figurativo, aporto una nueva
morfología, relacionada con ciertas aspiraciones de la técnica.

Y
el informalismo, a causa de su destructividad furiosa, nos ofrece un nuevo interés
por la materia.

Un
redescubrimiento casi místico del sentido del detalle.

De
la fuerza integrada en la menor estructura, en la grieta, en la raíz retorcida.

La
atracción irracional de los formatos desmesurados es uno de los hechos
dominantes en esta nueva constitución estética.

Los
cuadros no se ofrecen a la contemplación del espectador, sino que lo envuelven
con un ansia de posesión absoluta, que lo obligan a sumergirse en su universo.

La
materia pictórica es la más sensible e impresionable, la mas preparada para
adueñarse de los impulsos interiores que el artista le transmite al
manipularla.

Esta
impresionabilidad depende de que tiene una historia.

La
materia es el flujo continuo de la realidad o de la existencia.

Al
hacerse materia, lo que es, el presente y el futuro, se transforma en lo que ha
sido, el pasado.

Se
puede decir que la materia es el puro presente, la materia es memoria.