“Decir o contar lo que otro hombre desea
oír, es consolar”
Enrique Estrázulas
La narración y la literatura se complementan, se nutren una de la otra . Ambas
resaltan la importancia que la oralidad tiene en la transmisión de relatos y
tradiciones que son parte del saber ancestral. Ese saber que es imprescindible
en la vinculación de unas generaciones con otras.
Se puede profundizar sobre los citados aspectos leyendo a autores que van de lo
complejo de Bruno Bettelheim a la sencillez de Laura Devetach o el entusiasmo de
Gianni Rodari.
Es necesario señalar que la lectura y la narración tienen efectos terapéuticos
sobre el alma y la segunda es un paso previo tanto para la adquisición del
lenguaje como para la complejización de otros procesos mentales. Asimismo, es
la narración oral un incentivo relevante para fomentar la lectura . Además, la
expresión creadora surge en quien la recibe, sobre todo si ese receptor tiene
la desinhibición que dan los pocos años.
Quien vive la oportunidad de cautivar a un auditorio ansioso de historias, no
olvida jamás la sensación de plenitud que proporciona ver esos ojos colgados de
la palabra por la mera virtud de la imaginación puesta a volar.
Debe destacarse que leer y narrar se entrelazan , pero difieren en cuanto los
procedimientos a llevar a cabo en su implementación y en lo relativo a ciertos
aspectos inherentes a cada actividad.
LA LECTURA DE CUENTOS COMPRENDE:
1. Recursos estilísticos particulares
2. Complejidad de la
estructura
3. Calidad estética del
libro como objeto
4. Integración de texto e
imagen
Los pasos a tener en cuenta para llegar adecuadamente al auditorio son:
v LECTURA PREVIA
v PREPARACIÓN
(teniendo en cuenta voces y onomatopeyas, gestos, pausas y silencios)
v LECTURA (datos del
libro, muestra de él, levantamiento de la vista en los puntos, vocalización
colorida , amena, VIVA)
v POS-LECTURA (a
cargo de los chicos o posibles lectores)
ES FUNDAMENTAL QUE EL ACTO DE LA LECTURA SEA VISTO COMO ALGO PARA DISFRUTAR.
Por Alicia Esain