Yolanda Duque Vidal
Poetisa chilena, residente desde 1986 en Montreal. Trabaja como editora y es activa figura de la escena literaria internacional, vive preocupada de promover a otras autoras y autores. Tiene libros publicados, desde 1999, hasta hoy.
Entre ellos, están “Poemas de canto y Luna”, “Destino”, “Senderos”, además forma parte de la “Antología de poetas latinoamericanos en Canadá”, y las Antologías de “ Mujeres Poetas en el país de las Nubes”, México 2201, 2002.
A continuación me referiré a la obra de esta poeta.
El conjunto de sus textos contiene una intensa preocupación por un sujeto profundamente latinoamericano que ella ha rescatado, ya sea en el imaginario, perdido, por los efectos devastadores de una horrorosa globalización, que ella menciona , haciendo que su obra sea sumamente contemporánea para el lector.
Todo destinatario que recepcione esta obra se sentirá acogido con un punto de enlace y de encuentro, que no le será ajeno, con aquello , que los latinoamericanos, constantemente perdemos,( nuestro otro, )que ella rescata en una síntesis textual que atraviesa el imaginario de su obra..
Ese imaginario muchas veces , castigado, es donde la autora siente la impresión de que todo sujeto como tal, de nuestro Sur, se ha ido banalizando.
Esto entonces en su obra se transforma en una especie de evocación, alude a lo que se perdió, y no totalmente , dado que no hay un deseo de evocar la gran ciudad cosmopolita europea, ni menos las grandes urbes. Menos idealizar nuestro imaginario, ni tampoco a su vez masificarlo.
Es importantísimo destacar que esta producción textual ha sido construída desde lejos. La autora tiene un mérito de no presentar un americanismo ingenuo , que muchas veces deja a los escritores latinoamericanos como escritores “ Naif” para un público censurador como puedan ser , el europeo por ejemplo, no se cae tampoco en un producto masivo, y consolador para el lector.
Este trabajo nos lleva a intuir que hay un espacio que se puede refundar, como las ciudades nuestras , pero desde una retina, que insisto contemporánea, sujeto difícil de aceptar en nuestro país, dado la atrofia que la poesía ha estado sufriendo por la devoración del marketing.