Por alguna
razón no bien aclarada, se observó en Inglaterra una cantidad mayor
que la habitual de recién nacidos con defectos neurológicos. El British
Medical Council Vitamin Study, ha demostrado una reducción del 71 % de
casos de recién nacidos con defectos neurológicos en la descendencia de las
pacientes con el antecedente, a quienes se les suministró ácido fólico, desde
antes de embarazarse hasta las 12 semanas de gestación.
Paralelamente, en Hungría, se desarrolló otro estudio similar, demostrando
la eficacia de la suplementación periconcepcional con folatos.
Es
importante aclarar que estos estudios cumplen con los requisitos
metodológicos actuales como para trasladar a la asistencia de pacientes
cualquier observación científica.
Las
conclusiones de estos estudios en cuanto a las medidas preventivas a tomar son:
1. La
suplementación con folatos debe iniciarse por lo menos un mes antes de
embarazarse y mantenerse hasta las 12 semanas de gestación. El efecto protector
se obtiene con la ingesta regular del ácido fólico, de manera que las
interrupciones en su ingesta le quitan valor preventivo.
2. La
dosis óptima no se ha establecido, por lo tanto se recomienda que se
ingieran las dosis que se utilizaron en los estudios mencionados:
· En
pacientes de bajo riesgo o sin antecedentes de recién nacidos con
defectos de tubo neural, se administrará 1 mg por día de ácido fólico, además de
una dieta completa.
· En
pacientes de alto riesgo o con antecedentes de recién nacidos con
defectos de tubo neural, se administrará 5 mg por día de ácido fólico, además de
una dieta completa.
Es
importante aclarar que por ejemplo en los Estados Unidos de
Norteamérica, la Administración de drogas y alimentos, ha decidido incorporar el
ácido fólico a los cereales que con frecuencia ingieren los habitantes
de ese país, con la intención de producir la suplementación en base
a la dieta, eludiendo la necesidad de un preparado farmacológico. Esta decisión
fue tomada a partir de enero de 1.998.
No se
aconseja suplantar la administración selectiva de ácido fólico
con preparados multivitamínicos que lo contengan, ya que para lograr las dosis
de folato necesarias, se corre el riesgo de ingerir dosis tóxicas de vitamina A
y D.
El alcohol
también está relacionado con los defectos del tubo neural, no
necesariamente en caso de alcoholismo, sino en casos de ingesta esporádica de
altas dosis.
El Centro
de Control de Enfermedades de USA ha comunicado las Recomendaciones
provisionales para la administración de ácido fólico a pacientes que han
tenido un niño feto con espina bífida, anencefalia o encefalocele:
· Estas
pacientes deben consultar a su médico en caso de planificar otro
embarazo. Si no existe contraindicación, deben tomar 4 mg por día de
ácido fólico desde el comienzo del embarazo. Deberían tomar el ácido fólico
desde al menos un mes antes de embarazarse y durante los primeros tres meses
de gestación.
· El ácido
fólico debe tomarse exclusivamente bajo supervisión médica.
La
asistencia periconcepcional puede reducir significativamente la
incidencia de defectos congénitos. Acciones como evitar el consumo de
alcohol, la vacunación antirubeólica y la asistencia previa al embarazo de
enfermedades maternas (diabetes) pueden evitar algunas anomalías
congénitas.
La
suplementación periconcepcional con folatos, reduce la incidencia de defectos
del tubo neural y posiblemente de otras anomalías, siendo uno de los
medios de prevención primaria de los defectos congénitos más eficaces.
Fuente:
Progresos en Diagnóstico Prenatal. Revista de la Sociedad Iberoamericana de
Diagnóstico Prenatal, Volúmen 10, mayo de 1.998.
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