Cómo decirle lo que realmente te gusta a la hora del amor
Cuando
recién inicias una relación, puede ser difícil imaginar, en lo referente a las
travesuras sexuales, qué tan pronto puede ser demasiado pronto.
Ten en cuenta que la mejor forma de saber si ella se siente cómoda con algo
nuevo es preguntárselo directamente. Las personas que se comunican abiertamente
tienen mejor sexo, sin dudas.
No obstante, a todos no nos resulta tan fácil hablar de estas cosas, por lo que
es importante saber leer los signos no verbales que las mujeres ofrecen ante
nuestros intentos de innovación. Aquí va una lista con algunas posibilidades:
Sometimiento
La dominación es una fantasía material para ambos sexos, aunque, a veces, la
concreción de esta fantasía puede ser menos placentera de lo imaginado.
Por eso, será importante saber si ella se siente cómoda en la sumisión. En este
sentido, podrás darte cuenta si está dispuesta a hacer algo analizando su
actitud sexual general —si bien éste no es el único indicador y siempre pueden
presentarse excepciones a la regla—.
Si ella es una amante creativa e interesada, posiblemente quiera intentarlo. Ése
será nuestro primer pensamiento.
En cualquier caso, es posible que ella se muestre reticente ante la dominación,
así que prueba sosteniendo sus brazos por debajo de su cabeza mientras le haces
cosas lindas con tu boca.
Si ella intenta zafarse o parece incómoda, entonces detente. Mírala, observa su
cara, y presta atención a su reacción. Debes estar listo para liberarla ni bien
ella lo pida.
Actividades anales
Posiblemente sepas desde un principio de tu relación sexual si ella está
dispuesta o no a la actividad anal. Las mujeres que tienen sexo anal con
frecuencia, lo hacen porque lo aman, de modo que sin dudas te lo pedirán cuando
estén en el lecho.
Por su parte, aquellas que no hayan tenido buenas experiencias anales, serán
mucho más calladas, así que deberás estar atento a sus señales.
Sería poco razonable esperar que ellas quieran tener sexo anal en las primeras
etapas de una relación, cuando aún ambos están avocados a construir la confianza
y a crear un entendimiento sexual con la otra persona; así que déjalo para más
adelante.
Por otra parte, deberás hablar sobre este tema —posiblemente más de una vez—, ya
que será tu obligación proporcionarle la seguridad necesaria. Sólo recuerda que
si lo haces bien, ella te insistirá para que vuelva a ocurrir.
¿Cómo saber si es propensa a la actividad anal? Hay una forma muy segura de
saber qué tan propensa al sexo anal es, y es más o menos así: pon tu mano cerca
de la zona como si fueras a embestir con un dedo.
Ella sacará tu mano con velocidad o te dejará seguir adelante. Si ella te
rechaza, deberás hablar sobre el tema —o hacer un trabajo extremadamente bueno
para convencerla en forma no verbal—.
Esto siempre funciona mejor cuando ella está recostada boca debajo de modo que
tengas acceso completo por detrás.
Finalmente, siempre que ella te lleve hacia la zona, podrás asumir que está
dispuesta a tener sexo anal, así que procede en consecuencia.
Fetiches
Si tienes un fetiche, presentarlo a tu nueva pareja puede ser algo traumático.
No sabes cómo reaccionará y, obviamente, no quieres correr el riesgo de ser
rechazado en algo que es gran parte de tu sexualidad.
En cualquier caso, será bueno esperar un tiempo hasta que puedas hacerte una
idea de lo que ella podría pensar. Desde luego, de qué se trate tu fetiche es
algo también muy importante.
Si tus obsesiones carnales se centran en los pies y ella no tiene problemas en
ser adorada, todo bien. Pero, por otra parte, si tienes una conexión sexual con
las frutas cítricas, podrías encontrar algunas dificultades a la hora de
explicarlo.
El diálogo será fundamental en estos casos. La forma en que ella hable acerca de
los fetiches mostrará su nivel de comprensión al respecto, por lo que si ella se
burla de las personas con extrañas adoraciones, posiblemente no reaccione bien a
las tuyas.
Bajo estas circunstancias, lo mejor es esperar hasta que tengas una relación más
sólida para hablar estos temas.
Por otra parte, podría pasar que ella tenga la mente abierta y te haga sentir
cómodo desde un primer momento, permitiéndote expresarte tranquilamente. En
cualquier caso, aborda el tema con respeto y, posiblemente, ella también lo
haga.
Sexo oral
Aunque esto parezca un poco anticuado, hay algunas mujeres que no están
familiarizadas con una de las actividades favoritas de muchos hombres: “el buceo
por las profundidades”.
Esto puede darse por una variedad de razones, aunque, por lo general, suelen
sentirse incómodas o intimidadas ante el hecho de que el hombre pueda olerlas y
saborearlas en una forma tan íntima.
Si ella se resiste a tu descenso cerrando sus piernas, deberás reconsiderar. En
una de esas, ella tiene una muy buena razón para no querer que estés ahí —olores
y sabores desagradables— y bien podría estar haciéndolo por ti.
Sin embargo, podría ocurrir que no esté familiarizada con los deleites sensuales
del sexo oral, por lo que tendrías que hacer una introducción larga y cálida
antes de zambullirte.
Normalmente, si se siente incómoda, ella se pondrá tensa y se enroscará, y
pasará a la siguiente fase de la relación sexual esperando que no vuelvas a
intentarlo.
Si sientes su incomodidad, este aspecto de tu vida sexual requerirá de algunas
pláticas en etapas más avanzadas de la relación, preferiblemente cuando no se
encuentren en una situación de intimidad.
Por otra parte, si desciendes a sus zonas bajas y ella te lo permite, tendrás
luz verde.
Sexo durante el período
Cuando recién inicias una relación con una mujer, ella podría no saber cómo
manejar el tema del período. En esta situación, la gran pregunta es: “¿tienes
sexo durante el período?”
Ella no sabe cuán confortable estarás con la menstruación y los asuntos que ésta
conlleva, así que siéntete libre de hablar con tu pareja sobre el tema.
Sentirte cómodo con su período te dará algunos puntos a favor, así que intenta
conversar con ella e informarte; formula preguntas, escucha y aprende. Podrías
descubrir algunas perlitas desconocidas acerca de este asunto.
Algunos sujetos no sienten felicidad al ensuciarse, mientras que algunas mujeres
tampoco están a gusto. Sin embargo, la mayoría no tendrá mayores problemas
mientras tú no los tengas.
Antes que nada, pregúntale, y si ella dice que no, no lo hagas. Ten en cuenta
que esto no quiere decir “nunca”, sino “no por ahora” —al menos, desde luego,
que ella se encargue de dejarlo bien en claro—.
En consecuencia, siéntete libre para preguntarle nuevamente en otra ocasión.
Aquí va un consejo útil para estas situaciones delicadas: con frecuencia,
durante sus períodos, las mujeres suelen estar más excitadas que de costumbre,
dado que los niveles altos de estrógeno las hacen extra-sensitivas.
Por lo tanto, si consigues calentarla lo suficiente, es poco posible que pueda
resistirse. Habiendo dicho esto, debemos también saber que son muchas las
razones por las que ellas no querrían tener sexo durante el período, tales como
olores, posibles desastres con las sábanas, suciedad, dolores, y otros.
Elije con precisión el momento de intentarlo y la luz roja podría volverse verde
—por ejemplo, inmediatamente después de un baño—.
Si a ella no le importa y a ti tampoco, entonces háganlo, aunque siempre usando
en sentido común. En cualquier caso, el sexo durante el período no es
recomendable durante los albores de una relación, ya que requiere de un alto
grado de confianza y comodidad entre las partes de la pareja.
Vale la pena intentar
La mejor forma de establecer cuándo es el momento adecuado para cierto acto
sexual es comunicándote con tu pareja.
Esto no siempre quiere decir hablar al respecto —sí, a veces puede ser muy
embarazoso hablar de ciertas cosas—, sino que pueden valerse de otras pistas y
señales para darse a entender.
Y, por sobre todo, ten en cuenta que ella no te va a botar porque pienses que
sería grandioso atarla y hacerle el amor en forma salvaje. Al contrario, ella sí
podría botarte si eres demasiado aburrido, así que no temas a intentar nuevas
cosas... si ella está de acuerdo, claro.