¿Tu pareja en un club de strippers?
Es completamente
entendible que alguien se sienta incómodo al saber que su pareja asiste, asistió
o asistirá a un sitio donde las personas se excitan viendo la desnudez de
bailarinas o bailarines.
Es lógico que las inseguridades del otro integrante de la relación se vean
incrementadas y, en algunos casos, podría llevar al vínculo a un nivel
absolutamente nuevo.
Después de todo, los strippers o desnudistas, generalmente hablando, tienen
mejores cuerpos que el promedio de las personas. Imagina al amor de tu vida
yendo a una fiesta de solteros en la que sea bombardeado por todo tipo de
señoritas con grandes senos y labios carnosos.
Un bufé escandinavo de sexo —lo mínimo que se te cruza por la cabeza—. Y te
sientas en casa pensando en todas las cosas diferentes que podría estar haciendo
y pensando.
Incluso podrías pensar que en los días posteriores se masturbará con los
recuerdos. Y luego te detendrás a pensar en tu panza y en tus piernas con
celulitis.
Sin embargo, las mujeres no están solas en sus inseguridades. Si has estado
alguna vez en un club de desnudistas masculinos, sabes bien cuán calientes se
ponen las cosas.
De hecho, las mujeres comienzan a mostrarse muy pero muy cachondas. Y las cosas
pueden salirse de control de un momento a otro. En consecuencia, ¿podemos decir
que ir a un club de strippers estando en pareja es algo inocente?
Decididamente, no. Las inseguridades, desde luego, son bien fundadas. Y, de
tanto en tanto, todos nos sentimos inseguros. Es normal.
Sólo porque tu pareja encuentre atractivos a los desnudistas, y se encienda como
una brasa con ellos, no quiere decir que vaya a hacer algo inapropiado.
“Inapropiado”, ¡qué palabra más vaga!
La definición de ésta variará según cada pareja, pero las reglas generales dirán
que es algo como “no hacer nada que pudiera molestarle a tu pareja”.
Y si ambos viven según esta regla, y si confías en tu pareja, ¿debería haber
algún problema?
La confianza es la clave aquí. Si no crees que tu pareja pueda mantener la
compostura ante los atributos de un desnudista, entonces posiblemente haya algo
más que no funciona en la relación.
Digamos que podrías ponerte nervioso al pensar en sus pensamientos
masturbatorios posteriores sobre estas personas, aunque, en realidad, todos
sabemos que una fantasía masturbatoria es inofensiva.
¿Si te masturbas pensando en otras personas, quiere esto decir que amas menos a
tu pareja? El punto es —otorguémonos algún espacio para pensar objetivamente—
que los pensamientos son inofensivos, y las acciones no.
Y que nadie venga a decir que un pensamiento o fantasía terminará incitando una
acción. Esto podría darse o no.
En general, podríamos decir que no hay nada de malo en visitar a un club de
strippers, aunque, por supuesto, hay excepciones. Por ejemplo, la frecuencia.
Si tu pareja va un show de desnudistas para celebrar un momento único (un
casamiento, un divorcio, un cumpleaños especial, etcétera), y sólo lo hace de
tanto en tanto, entonces posiblemente no sea nada nocivo para la relación.
En cambio, si tu pareja quiere ir a un club de desnudistas todos los meses —o
con una regularidad que no sea confortable para ti—, sí podría ser algo
problemático.
Entonces ya nada tendrá que ver con una celebración ocasional en un sitio
“diferente”, y, a decir verdad, podrían haber segundas intenciones allí.