Aspectos a tener en cuenta para iniciar un nuevo negocio o emprendimiento

Una buena planificación contable es fundamental para asegurar el éxito de cualquier nueva empresa.

A la hora de
iniciar un
nuevo negocio o emprendimiento, en la mayoría de los casos tenemos
claro qué es lo que vamos a hacer, pero no sabemos cuáles son los aspectos
impositivos, legales, o comerciales que debemos tener en cuenta a fin de
asegurar el éxito de nuestra empresa.

A su vez,
deben calcularse cuáles serán los costos fijos
del proyecto: los costos de
mantenimiento, alquiler, empleados, servicios, etcétera, y los costos del
servicio o bien qué ofreceremos.

Hay que estimar también el capital inicial:
cuánto dinero deberemos invertir para empezar y qué bienes de uso se
necesitaremos: maquinarias, computadora, y otros. Si emplearemos personal
tendremos que definir: de qué tipo será, bajo qué condiciones, sueldo…

Una vez
hechas estas valorizaciones, será importante considerar si usaremos capital
propio (si invertiremos nuestro dinero) o necesitaremos financiamiento externo,
como por ejemplo un préstamo.

Todos estos
aspectos finalmente incidirán en el cálculo del precio de venta de la mercadería
o el servicio, siendo fundamentales para que estimemos la rentabilidad a fijar
(nuestra ganancia) y los ingresos mínimos del negocio (la facturación).

Inscripciones
impositivas

Cuando el
cliente acude al estudio del profesional en Ciencias Económicas y va a iniciar
un negocio, la primera pregunta que surge es: cómo, dónde y cuándo
inscribirse en la D.G.I. (Dirección general Impositiva) y en otros impuestos
y/o organismos.

Para que el
profesional pueda darle una respuesta adecuada a sus necesidades y brindarle el
mejor asesoramiento, será indispensable que conozca todos los aspectos que se
han enumerado previamente.

Saber cómo funcionará el negocio, le ayudará a
detectar cuáles serán los aspectos conflictivos y cómo deberá encarar el
emprendimiento para que sea exitoso.

Si el negocio
será unipersonal
(si estará a nombre de
una sola persona), deberá inscribirse en la D.G.I. para obtener su C.U.I.T, que
es la clave o el número con el que la entidad impositiva identifica a los
contribuyentes y que constituye el primer paso para iniciar cualquier otro trámite
administrativo.

Esta inscripción será requerida para la habilitación (en el
caso que tenga que hacerse), y para inscribirse en otros organismos, como por
ejemplo la Dirección General de Rentas.

La inscripción
se efectúa mediante la presentación de un formulario (F.460/F), donde se
detallarán los datos personales como: el nombre y apellido, el domicilio, el número
de documento de identidad, la fecha de nacimiento, la actividad, la fecha de
iniciación de actividades, y el código de actividad.

También se manifestarán
los impuestos en los que deberá
anotarse: si se inscribirá como trabajador autónomo para la jubilación, y/o
como empleador en el caso que tuviera empleados a cargo.

Respecto de
los impuestos, el pequeño contribuyente podrá optar (siempre que la actividad se lo permita y le convenga desde el punto de vista impositivo), como
MONOTRIBUTISTA, o como Responsable Inscripto en el Impuesto al Valor Agregado (I.V.A)
y en el Impuesto a las Ganancias. Si se trata de un profesional, a estas
opciones se le agrega ser Responsable No Inscripto en el I.V.A.

Es
imprescindible estar asesorado correctamente, porque un error en la inscripción
en el impuesto afectará el costo de lo que se venderá, o el servicio que se
prestará y su posterior ganancia.

Este error puede provocar un aumento en el
precio de nuestro producto, con las consiguientes consecuencias sobre nuestra
competitividad en el mercado.

En próximas
entregas detallaremos las opciones de inscripción en los distintos impuestos y
en el régimen de Autónomos. También se darán ejemplos de actividades y de
impuestos que las afectan.

Parte
2: El Monotributo

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