Más que una
técnica dentro del mundo de astrología, la astrología cabalística mira a un ser
humano en su relación al universo desde un punto de vista altamente espiritual.
Los paradigmas de la cábala, los cuatro mundos del propio universo interno, la
ciencia sagrada de la gematría y los armónicos, el Árbol de la Vida como una
representación de cuerpo-mente-espíritu, y los cinco niveles de vibración del
alma) están todos considerados en la preparación e interpretación de un
horóscopo.
La astrología cabalística trabaja en la misma manera que la astrología
tradicional, pero usa además el Árbol de la Vida como un esquema. Este mapa es
una conversión del zodiaco del mapa natal, a un esquema del Árbol de la Vida
donde se colocan los planetas en las diferentes esferas o séfiras.
Por ejemplo
los regentes de las esferas superiores son Neptuno para Keter (conciencia
cósmica, la corona), Urano para Hochmah (sabiduría, intuición, conciencia del
hemisferio cerebral derecho), Saturno para Binah (comprensión, memoria,
discernimiento, conocimiento de ciclos del karma, conexión a la Gran Madre) y
Plutón para Da'at (conocimiento, conciencia colectiva, profecía).
Según la tradición cabalista, un nombre contiene el destino de quien lo porta.
Existen numerosas citas en la Biblia donde un cambio de nombre indica un cambio
en el destino de un ser humano. El cambio de un nombre es un método tradicional
de curación el enfermo o le da dirección nueva a una vida.
Un nombre es una invocación. Es eficaz en tanto que la pronunciación produce
ciertas vibraciones en las cuerdas vocales. Estas vibraciones afectan no sólo la
atmósfera sino la sustancia etérea, que actualmente se considera como la Fuerza
Mental. Este hecho nos resulta evidente cuando al escuchar un nombre determinado
vienen a nuestra memoria ciertas imágenes.
Para nosotros escuchar el nombre de Diego o Daniela, por ejemplo, nos trae
impresiones mentales distintas que cuando escuchamos, por ejemplo, William o
Arthur. No parece entonces remoto que cada nombre tenga asociado una fortuna y
destino diferentes.
De acuerdo con la tradición de la Kabbalah (Cábala) el Creador ha formado al
Universo organizando los materiales proporcionados por los distintos signos, que
representan elementos: fuego, agua, aire y tierra.
Los canales
a través de los cuales se esparcen las propiedades de los signos del zodíaco en
nuestro organismo psíquico, emocional y físico con las Casas.
Un horóscopo elaborado de acuerdo con la tradición cabalística presentará por
tanto las fuerzas planetarias que actúan en cada signo y cómo se manifiestan en
cada casa.