Mientras
las recompensas de la intimidad son considerables, los miedos a la intimidad son
igualmente fuertes para la mayoría de la gente.
Esto es porque la intimidad, combinando campos y sensaciones, amenaza su
identidad. Tanto como deseamos la proximidad, hay una resistencia natural a
ella.
Si
te coloco en el centro de mi existencia, ¿dónde estoy yo? ¿Dónde está la
vieja seguridad de lo familiar? Sin embargo, esto también puede ser incluido
dentro de la “danza” del amor.
El
amor, es una forma viva, no es constante. No sentimos lo mismo por el otro cada
día, porque no sentimos lo mismo por nosotros tampoco.
Aquí estamos hablando del flujo natural de la atracción que es parte de
la condición humana.
La atracción de Venus es balanceada por la lucha de Marte para mantener la
individualidad. Esta es la razón por la que las parejas necesitan luchar,
pelear por ganar o recuperar su propia individualidad.
Cuando tenga conciencia de esto, se dará cuenta que es un proceso normal, que
ni uno ni otro tiene que estar avergonzado de esto.
Cuando a menudo una pareja avanza un paso para estar más cerca del otro, o
cuando damos uno para atrás, la tendencia es a reacciona creando una nueva
distancia entre sus miembros. Necesitamos asimilar esto profundizando nuestras
relaciones.
Cuando esto sucede no tenemos que dramatizar, para poder podemos permanecer en
un flujo que nos acerque más la próxima vez.
Mientras que Venus y la Luna presentan estas cuestiones sobre la intimidad, la
7ma y 8va casa presentan otro.
La 7ma es la casa tradicional del matrimonio, o la pareja primaria.
La 8va, es el “cuerpo” de la relación, el lugar donde la reunión que
comienza en la 7ma, está consumada.
Si una pareja consigue alcanzar el simbolismo de la 7ma, pero no el de la 8va
casa, puede ser que la relación no se profundice. La fachada puede ser
esplendorosa, pero la base puede permanecer incompleta.
Si el contacto con la 8va casa es bueno, pero no así con la 7ma, usted puede no
satisfacer a la otra persona.
Hay a menudo diversos signos en las casas 7ma y 8va, pero los signos que son
adyacentes no son aliados naturales. Esto implica que las relaciones íntimas
requieren diversas cualidades para llegar a buen puerto.
Conectarse a un nivel profundo no es como poner una llave en la cerradura y
darle vuelta. Es más como una cerradura con combinación, en la cual el número
correcto debe armarse por partes antes de que se abra.
Puesto que las casas 7ma y 8va se vinculan con los demás, son aptas para la
proyección. Estas casas se vinculan con las cualidades que usted necesita
expresar en una relación.
Idealmente, su pareja apoyará la expresión de estas cualidades. Pero en caso
contrario, la relación no será un lugar de crecimiento.
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