Desde que fue lanzado en 1998, la demanda de sildenafil no dejó de crecer, hecho
que se explicaría, según los especialistas, a raíz de que el mismo dejó de ser
ingerido sólo por hombres mayores con problemas de impotencia.
Por esta razón, hoy en día se puede afirmar que el popular sildenafil cuenta con
una impresionante cantidad de nuevos consumidores sanos y menores de 60 años,
quienes parecerían desconocer los amplios riesgos cardíacos que esta droga
podrían llegar a ocasionar en ciertas personas.
En efecto, el consumo de sildenafil sin prescripción médica podría ser causante
de fallas en el corazón potencialmente mortales, no por la droga en sí misma,
sino porque ciertos cuerpos no están lo adecuadamente preparados para semejante
exigencia física.
Por su parte, en el caso de personas
que padecen de enfermedades cardíacas, y son tratadas con nitritos o nitratos,
la combinación de estas drogas con el mismo sildenafil provocaría un mayor
riesgo de que se experimenten fallas cardíacas, que podrían producir la muerte
del paciente.
Además, según afirman varios especialistas, se han podido detectar casos de
dependencia psicológica, adicciones semejantes a los de pacientes a cualquier
otra droga, sin las cuales no pueden desarrollar sus actividades normalmente.
Las causas de un nuevo tipo de consumo
Estos hombres, cuyas edades van
principalmente desde los 30 a los 45 años, gozan de una vida sexual plena, pero
ingieren igualmente esta droga con un objetivo casi recreacional, es decir
rendir más tiempo, y mejor, en sus relaciones sexuales.
Algunos estudios extraoficiales sugieren que sólo el 20 por ciento de las
compras del medicamento sildenafil son efectuadas por hombres mayores de 60
años, y de hecho, la gran mayoría de sus compradores suelen tener, como se ha
dicho, menos de 45 años.
El sildenafil es un medicamento que debería venderse únicamente bajo receta
archivada, pero la gran mayoría de las farmacias no realiza este requerimiento,
ya que las autoridades de Salud Pública no les demandan, a su vez, las
correspondientes recetas.
Esta razón, sumada al hecho de que la mayoría de los fabricantes de estas drogas
no advierte convenientemente de sus potenciales riesgos, ha provocado que tanto
los laboratorios como los médicos tengan un total desconocimiento de cuántos de
los consumidores actuales de sildenafil, lo hace porque efectivamente sufren de
un problema de disfunción eréctil (DE).
Sin dudas, un grave riesgo para la salud pública.