Diferencias y semejanzas entre los calendarios gregoriano y maya

La cultura maya poseía un calendario especial para los acontecimientos sagrados, que contemplaba la energía y el propósito del día en que nacimos, que podría ser muy útil para aplicar en la actualidad...

En este
artículo veremos como el calendario maya puede ser utilizado para ayudar a
nuestra cultura a entender los cambios de su vida diaria. Antes de que
comencemos, es importante aclarar que el movimiento del Calendario de los Sueños
o las 13 lunas promovido por varios científicos, no es el calendario Maya. Con
todo, los trabajos y descubrimientos de las personas que formularon estos
calendarios, han sido pioneros también para insertar al calendario maya en
nuestra cultura, y gracias a esto ha habido extensos adelantos en la comprensión
y uso de este calendario, en el mundo actual y occidental.

 
Entendiendo
un calendario



 

Cualquier
calendario, es un acuerdo de una determinada civilización para compartir su
tiempo. De hecho, el centro absoluto del sentido de cualquier civilización, es
su calendario. Todo lo que sucede en nuestra civilización(comenzando con su
cumpleaños personal) sucede en su calendario. Todo los negocios, producciones,
envíos, ganancias, graduaciones, reuniones o evaluaciones se hacen de acuerdo
al calendario que comparte la sociedad. El calendario gregoriano es el actual
calendario de nuestra civilización, y se basa en los fenómenos físicos de
nuestro planeta, que gira alrededor de nuestra estrella llamada Sol, cada 365,25
días.

 
Este fenómeno
físico por el que atraviesa nuestra tierra, es también la base de nuestro
concepto del tiempo. El tiempo es considerado por nuestra civilización como un
movimiento medido de masa y energía a través del espacio. Esto significa que
el sentido de nuestra civilización está centrado en la evidencia física de un
planeta (el nuestro) que se mueve en órbita alrededor de nuestro sol. El
sentido de nuestra civilización se fija en la evidencia física de una
perspectiva materialista de la realidad. Por eso, la mayoría de las cosas sin
evidencia física no se consideran como verdaderas para nuestra civilización.

 
El concepto
maya



 
Los mayas
tenían una consideración muy distinta a la que tenemos actualmente en nuestra
sociedad, con respecto al “tiempo”. Una gran pista de esto es que su
sistema de calendario está compuesto de dos diferentes calendarios, de 360 y
260 días. Estos calendarios circulares eran el Tun y el Tzolkin
respectivamente. Estos dos ciclos funcionaban como engranajes dentados, y
ninguno de ellos se ataban directamente a una órbita astronómica observable.
 

Con todo,
los mayas estaban muy enterado del ciclo solar y lo tenían muy en cuenta para
su calendario civil, llamado Haab. El Haab era un calendario de 365.25 días
utilizado por los mayas para guardar y actualizar su libro de impuestos. Esto
era así porque, entre otras cosas, en cualquier sociedad agraria como la de los
mayas, el tributo se podía pagar con mayor eficacia cuando era tiempo de
cosechas. Sin embargo, los mayas no tomaron al ciclo solar como al centro de sus
sentidos.

 
Todas las
fechas civiles de los mayas, incluyendo los cumpleaños personales, las
festividades y la mayoría de los acontecimientos ceremoniales sagrados, fueron
tomados según períodos de 360 días llamados Tuns. Todas las fechas
“talladas en piedra” de los mundos mayas y Toltec son fechas Tun
(ciclos de 360 días), y no ciclos solares de 365,25 días.

 
El
conjunto de las civilizaciones mayas y Toltec celebraban todos los días de los
calendarios Tzolkin y Tun como sagrados. Nosotros tenemos días especiales señalados
como días sagrados de fiesta, por ejemplo Navidad y Pascua. Pero podemos ver
como lo sacro de esos días ha sido erosionado por el sentido de nuestra
civilización, que busca siempre la comprobación antes que cualquier cosa que
no sea física.

 
En
efecto, a lo qué nosotros solemos prestar atención, es al mismo centro del
sentido de nuestra civilización, es decir la materia física. De esta forma,
una “buena” Navidad tiene que ser convertida en “materia”,
por lo tanto comprada y vendida en shoppings, y poco más le queda a la misma.

 
¿Por qué
entonces esta maravillosa cultura maya, que era tan brillante en las matemáticas
y la astronomía, centraban su sentido de la civilización en su propio
calendario no-solar? Ése ha sido el enigma sin contestar de los mayas. Pero
muchos científicos, ya han descubierto nuevas pruebas que demuestran que los
mayas no perdían de vista el Flujo, Indice e Intento de la Creación de sí
mismos, o la evolución del sentido a través de su Creación.

 
El sentido de la Creación en
la personalidad e intención


 
Según
los mayas, cada día en la Creación tenía su propia energía y propósitos
sagrados. Esta energía impregna toda nuestra realidad, tanto la vista como la
no vista. Existen 260 diferentes combinaciones de 20 diversas energías del Señor
del Día o “Signos Sagrados del Sol” (energía enviada por el Sol) y
13 diferentes Energías Galácticas o “Tonos” enviados como
frecuencias del Sol Central de nuestra galaxia. El Sol Central de nuestra
galaxia se llama, Hun ”Nab Ku que para los mayas significa donante del
movimiento y de la medida. Cada uno de los Señores del Día o “Signos
Sagrados del Sol” tiene una personalidad, y cada una de las Energías Galácticas
o “Tonos” tienen un propósito o intención. Esta combinación da a
cada día una “personalidad” y una “intención”.

 

Cuando
alguien llegó en un cuerpo a esta vida, vino con una de estas 260 combinaciones
de energía. Piense en un tablero o una grilla con 260 diferentes
clasificaciones, formas y tamaños. Su energía personal particular e intención
para el curso de la vida cabe en uno y solamente uno de estos “cuadraditos”.
Ése era el día en el calendario maya en que uno había nacido. Cada uno
resonaba con la vibración de la Creación en ese día, y allí se estaba. Cada
260 días esa energía era recreada y eso se podía ver siguiendo el calendario
maya, donde la creación personal volvía a resonar.

 
Cada
persona que nació como “Maya Antiguo” sabía muy bien porqué había
venido aquí, al Planeta Tierra. También les era enseñado desde chicos cual
era la mejor manera de lograr sus metas personales, tendiendo en cuenta su energía
y objetivo según el calendario. Esta información fue utilizada para organizar
y hacer funcionar a la cultura entera de los mayas, por más de 3000 años, y
con gran éxito.

 
Los mayas
eran realmente tan sabios que predijeron la caída de su propia civilización.
Sabían que la flor del conocimiento de su civilización se descoloraría más
adelante para convertirse en semilla de un nuevo sentido. Estas predicciones se
tomaron del calendario Tun Maya, y puede ser visto que se hicieron realidad 500
años después de ser escritas, con la llegada de Cortez. Piense cuanto del
discursos de nuestros líderes actuales arrojaron alguna verdad…

 
Cuando se
alinean las propias actividades e intenciones con las energías de cada día, se
puede trabajar con el Flujo e Intención de la creación, con lo que debería
ser mucho más fácil lograr los propios objetivos. Ésa es una ventaja directa
y personal del calendario maya, para todos nosotros, hasta el día de hoy. Esta
es la razón por la cual la columna astrológica maya, con sus propias
definiciones, sigue teniéndose en cuenta día a día por un gran número de
personas.

 
Existen
muchas más razones para que nuestra sociedad entienda el funcionamiento del
calendario maya, y tienen que ver con la razón de programar parte de la Creación,
que está afectando a los acontecimientos globales de hoy en día y durante los
próximos 9 años y ½, puesto que el calendario maya termina cerca del 2012.